Restan apenas nueve días para el comienzo del Mundial Qatar 2022. Y con la lista de Lionel Scaloni ya confirmada con lo que serán los 26 protagonistas de la Selección Argentina, Joaquín Correa será parte de la misma para disputar así su primera Copa del Mundo con la Mayor. Ante esto, Gustavo Salinas, quien tuvo a su cargo al exjugador de Estudiantes en su llegada al Pincha, se refirió a las virtudes del hoy por hoy delantero, y también analizó lo que el tucumano le puede sumar a la Albiceleste.
En diálogo con Cielosports, el “Lomo” comenzó recordando la llegada de Correa al León tras su frustrada experiencia en River. “Lo recibimos en 2008. Vino de Renato Cesarini. Yo estaba en Novena División. Era el último año del proyecto de Claudio Vivas en el club. De hecho, lo aceptan porque estaba Claudio con el hermano, Marcelo, y Poroto Russo como Coordinador. Había estado en River y no había quedado”, indicó.
“Vino, se probó una semana y nos deslumbró su técnica. Era un jugador exquisito técnicamente. Lo que sí era todavía muy flaquito y muy chiquito”, agregó. “De hecho, arrancó jugando en Liga Metropolitana hasta que fue de a poquito desarrollando su físico. Pero técnicamente ya se lo veía un jugador diferente. Nunca imaginé que iba a echar el lomo que echó ahora“, completó el actual entrenador de la Sexta del León.
Ese cambio en su físico fue una de las cosas que más le sorprendió a Salinas de la actualidad de Correa. De hecho, el entrenador lo remarcó como una ventaja que el jugador le sumó a una técnica que ya era para destacar, a la vez que recordó otros casos similares del Pincha.
“Yo lo viví mucho con Tití Rodríguez. Tití va a Primera y era un jugador que físicamente no era muy grande, no tenía mucha altura. Y a los seis meses vuelvo a ver una jornada de Inferiores, lo veo y había cambiado su físico de una manera tremenda. Había agregado cuatro o cinco kilos de masa muscular en su cuerpo. Eran totalmente distintos sus cuádriceps, los brazos, la espalda”, recordó. “Un claro ejemplo es Marcos Rojo. Lo conocí, lo vi en Inferiores. Y no es el Marcos Rojo que vemos hoy. Era un pibe espigado, flaquito. Vi un cambio rotundo en él en cuanto a su contextura después del paso por Europa. Y para la elite del fútbol es algo fundamental”, aclaró.
Por último, el Lomo resaltó las virtudes que llevaron a Scaloni a decidirse por el actual jugador del Inter. Y al igual que en el caso de Foyth, su versatilidad como delantero asoma como algo clave.
“La diferencia de Joaquín con el resto es las variantes que ofrece. No es un 9 de área. No es un 9 que finaliza la jugada”, aclaró Salinas. “Es un 9 que se puede adaptar, que puede jugar de mediapunta, que se puede asociar en el juego. Y que encima tiene gol y llegada. Ese conjunto de cosas que él tiene hace que sea diferente en cuanto a los aspectos individuales en relación a los jugadores con los que cuenta Scaloni para jugar esa posición”, concluyó.