Todo puede ser sorprendente en el mundo del fútbol hasta que uno reflexiona y cae a cuenta que está hablando justamente del mundo del fútbol. Esto que parece un insípido juego de palabras en realidad nos pone en contexto del cuadro de situación. No importa tanto si un jugador dice que el presidente de un club le comunica que tiene el ascenso “arreglado”. Lo que importa es lo que se hace con eso. Pero lo que importa, en el mundo del fútbol, no es lo que prima. Lo que parece importar es si los tiros salen para tu lado: el resto, como dijo el presidente de Alvarado, “es cacareo”.
El miércoles se conoció un audio donde Juan Tejera, defensor uruguayo de Estudiantes de Rio Cuarto, flamante campeón del Federal A, y por consecuencia nuevo integrante de la B Nacional, afirma que el presidente del club, Alicio Dagatti, le asegura que el ascenso está “cocinado”.
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Dos equipos de Buenos Aires aparecen en el audio como perjudicados: Defensores de Villa Ramallo y Alvarado de Mar del Plata. Ambos siguen en busca del ascenso participando del reducido y ante la aparición del audio la respuesta de sus máximos representantes en AFA son absolutamente disímiles.
Mientras que José Torriani, presidente de Defensores, se plantea sacar al equipo del profesionalismo debido a las irregularidades, Wenceslao Méndez, máxima autoridad de Alvarado, se lo toma con relajo: “Tenemos un grupo de Whatsapp los 36 presidentes y el tema no se tocó. En el Consejo Federal nadie presentó una nota formal. En Ramallo se quejan pero tienen a dos líneas que los dirigen siempre”, devolvió el carismático Wenceslao.
A casi 48 horas de la publicación del testimonio, lo único concreto es que más allá de la bronca que le generó a muchos, no hay una investigación y ni la AFA de Claudio Tapia ni el Consejo Federal de Pablo Toviggino se expidieron sobre el tema.
Tan charlado está el asunto que se perdió de vista lo importante. Si hubo una irregularidad se puede investigar, y si Estudiantes manipuló arbitrajes el título podría quedar vacante. Aunque no lo crean, hay un antecedente de justicia en nuestro fútbol.
EL DÍA QUE LA COSA FUNCIONÓ
En 2007 El Tribunal de disciplina del Comité Federal hizo lugar a un reclamo presentado por Juventud Unida de Salta y aplicó duras sanciones sobre San Martín de Mendoza y Sportivo Desamparados de San Juan, luego de comprobarse el arreglo en partido que disputaron entre ellos y donde igualaron sin goles en un resultado que por entonces favorecía a ambos.
La decisión por entonces fue darle por perdido el partido a ambos por 1 a 0. Con el empate los de San Juan jugaban la final por el ascenso a la B Nacional mientras que los mendocinos se salvaban del descenso. Desamparados no jugó la final del ascenso, sino la Promoción para mantener la categoría, mientras que San Martín terminó directamente en el Federal B.
Este hecho concreto, dentro del que pareciera ingobernable fútbol de interior, parece no contar ni querer ser contado. Una pena todo. Ese mundo del fútbol, emana un aire que intoxica y violenta: no es esto una exageración sino una interpretación de las palabras del presidente de Defensores de Villa Ramallo que cuenta la mutación que vio de su propia gente y que llegó a asustarlo: “Vi simpatizantes, socios… gente que conozco, se habían transformado de tal forma que podía suceder algo”.
