Gimnasia no jugó nada bien en Santa Fe y cortó una racha de cinco partidos sin conocer la derrota. El Lobo no perdía desde su visita a la cancha de Independiente, luego de la salida de Marcelo Méndez como entrenador.
Desde aquel encuentro en adelante, el equipo de Zaniratto primero y Flores después había encontrado regularidad y buenos resultados que le permitieron ganar cuatro partidos y empatar uno. Las victorias ante Español (Copa Argentina, Godoy Cruz, San Martín de San Juan y Atlético Tucumán, más el empate ante Lanús, le dieron al equipo un poco de aire y le permitieron acomodarse mejor en la tabla de posiciones.
En cambio, la derrota ante Unión le trajo un enorme dolor de cabeza por el rendimiento mostrado y además cortó uno de las fortalezas que tuvo Gimnasia en los últimos partidos.
La muralla Insfrán fue derribada
La fortaleza que tuvo el equipo en las últimas cinco fechas se basaba en sostener el arco en cero. Luego de un arranque muy malo, con siete goles en contra en apenas tres partidos que trajo como consecuencia la salida de Luis Ingolotti y la llegada de Nelson Insfrán al arco, el equipo consiguió varios partidos de arco en cero que fue vital para empezar a sumar.
Sin embargo en Santa Fe el equipo no logró sostener la valla invicta y le dio a Unión la chance de cortar la mala racha por la que atravesaba, ya que marcó un gol después de varios partidos.