En una situación inédita desde que Pinamar se constituyó como municipio autónomo en 1978, la gestión del intendente Juan Ibarguren (PRO) solicitó un préstamo de $1000 millones al Banco Provincia para poder completar el pago de los sueldos municipales de julio. La decisión oficial se formalizó en una nota elevada el 28 de julio a la sucursal local de la entidad bancaria, donde se pidió un “adelanto transitorio en cuenta corriente” por 15 días hábiles.
El crédito será devuelto, según Ibarguren, con fondos provenientes de la recaudación de tasas municipales. El jefe comunal reconoció que ya se venían registrando demoras: el mes pasado los haberes fueron abonados en dos cuotas y se postergó el aguinaldo. Esta vez, el municipio había llegado a pagar hasta $1.300.000 por trabajador como tope, y restaban saldar los saldos individuales según el escalafón.
“Se desplomó la coparticipación”: reconoció el intendente Ibarguren
En declaraciones radiales del 25 de julio pasado, días antes del pedido formal del préstamo, Ibarguren explicó la crítica situación financiera de Pinamar, que adjudicó a la “caída drástica de la coparticipación” y a la baja en la recaudación por el freno de la actividad económica.
“El año pasado ingresaban $415 millones mensuales por coparticipación. Este año, $189 millones. Son $226 millones menos por mes, más de $800 millones en total”, detalló. Y añadió: “Eso genera una pérdida importante para el presupuesto, porque uno proyecta ese ingreso para gastos esenciales, como los salarios”.
Ibarguren aseguró que Pinamar es uno de los municipios más autónomos de la Provincia, con un 70% de ingresos provenientes de tasas municipales. Sin embargo, reconoció que el desplome de la actividad económica afecta también la recaudación local.
“Lamento mucho la situación y aprovecho para pedir disculpas a todos los empleados. Esto es extraordinario. Seguimos adelante con un plan de ajuste: congelamos sueldos de funcionarios, terminamos contratos, recortamos horas extras, nafta, pauta oficial, y vamos hacia una administración digital para reducir gastos”, afirmó.
La administración también advirtió sobre el impacto de la falta de liquidez en proveedores y servicios municipales, lo que podría generar una parálisis si la situación se prolonga. Pinamar no es el único distrito afectado: según el propio intendente, otros municipios como Villa Gesell atraviesan situaciones similares.
El conflicto gremial: denuncias, quites de colaboración y alerta por incumplimientos
El Sindicato de Trabajadores Municipales de Pinamar (STMP) se encuentra en estado de alerta y movilización por el incumplimiento de acuerdos salariales y la falta de documentación exigida en paritarias. El pasado 25 de julio, en audiencia convocada por el ministerio de Trabajo bonaerense, el gremio denunció la negativa del Ejecutivo a pagar un aumento no remunerativo del 6%, previamente pactado, y alertó sobre excesos presupuestarios detectados por el Tribunal de Cuentas.
Además, el 29 de julio, el sindicato presentó una nueva denuncia formal ante la cartera laboral y comunicó una medida de fuerza: un quite de colaboración durante las últimas dos horas de cada turno, desde el 30 de julio. Si bien se garantizan los servicios esenciales, la tensión se mantiene mientras exigen que el intendente Juan Ibarguren cumpla con los acuerdos paritarios. “La dignidad de los trabajadores no se negocia”, afirmaron desde el sindicato.