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lunes 28 de julio de 2025
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Lo pagaron 5.000.000 de dólares, confesó que quiso irse a jugar a la B Nacional y terminó pidiendo disculpas

Una curiosa declaración de uno de sus jugadores del plantel superior hizo que la paz que Estudiantes ganó tras la victoria en Avellaneda tenga cierto tambaleo en redes sociales, donde los hinchas se expresaron negativamente debido a una serie de manifestaciones que causaron sorpresa.

Todo se dio cuando el delantero Facundo Farías se expresó en la cancha de Colón, club del que es hincha. El pibe, que mostró poco y nada y que es uno de los mimados del entrenador, anunció que estuvo trabajando hasta hace algunas semanas para volver a Santa Fe.

“Es cierto que estuve haciendo fuerza para volver. Como volvió Pulga (Rodríguez) quise dar una mano, pero no se dio por una cuestión de fechas. Volví loca a toda mi familia para volver”, tiró, muy suelto de cuerpo, en la antesala del vestuario del conjunto santafecino.

Mientras el Negro jugaba su partido ante Gimnasia de Mendoza (perdió 2 a 0 y está coqueteando con descender al Torneo Federal) y Farías tomaba mates en un palco, los hinchas explotaron en redes sociales al enterarse de su declaración.

Con el correr de las horas y mientras las muestras de desaprobación a sus declaraciones iban creciendo en redes sociales, el hizo un descargo en el que pidió disculpas por si hubo alguna mala interpretación.

Farías llegó a Estudiantes en el mercado de verano y fue una de las erogaciones más importantes. El club le compró el pase tras un par de lesiones que lo marginaron del Inter Miami y por ahora mostró que la inversión poco tuvo que ver con su actualidad en el equipo, donde es constantemente suplente.

El sincericidio de Farías

Orfila celebró la victoria de su equipo: “Ganamos con mucha autoridad”

El entrenador de Gimnasia, Alejandro Orfila, no ocultó su satisfacción por el buen partido que hizo su equipo y le valió la victoria por 1 a 0 frente a Independiente.

“Gimnasia ganó de muy buena manera y con mucha autoridad. Trabajamos el sistema desde el primer día y no lo cambiamos. Teníamos mucha confianza y le ganamos muy bien a un grande”, dijo Orfila en el inicio de la conferencia, en la que tuvo un insólito cruce con un periodista por una supuesta mala información.

Más tranquilo con el correr de los minutos, el técnico destacó el rendimiento del equipo y la forma de abordar el partido: “En la primera parte mostramos una evolución muy importante. En el segundo tiempo obviamente que tuvimos que retroceder un poco. Ellos generaron el recambio, nosotros estábamos con el resultado a favor y me dejó muy contento el rendimiento colectivo e individual. Me reconforta que varios futbolistas hayan tenido un nivel superior al que venían mostrando”.

La localía y el rendimiento de los delanteros

El entrenador resltó, además, la importancia que tiene ganar jugando en El Bosque, algo que Gimnasia hizo muy poco en lo que va del año: “Ganar de local es muy importante, porque el futbol argentino es muy parejo. El equipo está en crecimiento y eso me deja muy tranquilo. No podemos olvidarnos que hicimos la pretemporada con Hurtado, Castillo y Mammini. Teníamos que ir ajustando cosas y de a poco tenemos que tener paciencia para generar buenos resultados”.

Justamente el tema de los puntas fue otro de los que abordó el deté. “Desde que Briasco está en Ginmnasia hoy tuvo su mejor rendimiento. Solo le faltó el gol. Con Torres buscamos un doble punta para sostener a los centrales de Independiente. De a poco va a ir agarrando ritmo y sabemos lo que nos puede dar. Es cuestión de tiempo”, explicó.  

Un premio Nobel de Economía fulminó al gobierno de Milei: “Argentina está al borde de otra crisis”

El diagnóstico fue devastador. Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía en 2001, lanzó una advertencia que retumbará en cada despacho de la Casa Rosada: “Argentina está a las puertas de una nueva crisis”.

Sin eufemismos, sin diplomacia, sin anestesia. En un panel del Festival Gabo en Colombia, el economista estadounidense desmenuzó con crudeza quirúrgica las políticas aplicadas por el gobierno de Javier Milei, al que acusó de agravar la catástrofe que ya había comenzado durante la gestión de Mauricio Macri.

BAJA DE INFLACIÓN GRACIAS A LA DEUDA TOMADA CON EL FMI

Stiglitz fue claro: la baja de la inflación, uno de los únicos argumentos que exhibe el gobierno libertario como éxito, no es producto de un plan económico virtuoso sino de una maniobra desesperada y efímera financiada con deuda.

La inflación se redujo porque usaron 20.000 millones de dólares del FMI para mantener estable el tipo de cambio. Pero ese dinero también se va a evaporar, como los 44.000 millones que Macri permitió fugar”, afirmó.

El panorama que describe el Nobel es sombrío: más de 56.000 millones de dólares de deuda con el Fondo Monetario Internacional, sin capacidad de repago y sin un plan que promueva el crecimiento productivo o la inclusión social. “El país no es viable”, sentenció Stiglitz. “Lo que hizo Milei no resolvió el problema, lo agrandó. Están condenando a la Argentina a otra crisis”.

LO LINKEÓ CON MACRI, TELÉFONO PARA CAPUTO

La acusación va más allá de Milei. El Nobel recordó que los problemas actuales comenzaron cuando el expresidente Macri decidió “abrir la economía” y “acudir al FMI”.

Lo que siguió fue una fuga masiva de capitales sin control: “Los más ricos de Argentina sacaron el dinero sin que nadie comprobara qué hicieron con él”, dijo. Esa “apertura” terminó en una nueva dependencia con el organismo internacional y una crisis de deuda que dejó al país, otra vez, con la soga al cuello.

Pero si Macri encendió la mecha, Milei parece estar corriendo con un bidón de nafta. Stiglitz alertó que repetir la fórmula de endeudamiento para manipular el tipo de cambio es suicida.

ILUSIÓN, CON “I” DE ILUSO

Lo que parece hoy una estabilidad relativa es, en realidad, una ilusión de corto plazo. “Seguramente en unos años veremos otra crisis”, advirtió. En otras palabras: están pateando la bomba para que explote un poco más adelante, mientras cantan victoria.

El gobierno de Milei se jacta de haber “ordenado la macroeconomía” y presume de “tener superávit”. Pero Stiglitz no compró el relato libertario. Según él, el país está en un callejón sin salida: con una deuda impagable, una economía paralizada, y una dirigencia que apuesta todo al marketing financiero en vez de pensar en cómo reconstruir el tejido productivo.

El veredicto no provino de un político opositor ni de un economista militante. Vino de una de las voces más respetadas del pensamiento económico global. Joseph Stiglitz, con tono sereno pero demoledor, desnudó lo que muchos economistas argentinos ya vienen advirtiendo: que detrás de los números prolijitos del Excel libertario hay una bomba de tiempo.

Y cuando explote, no va a estallar en una planilla de cálculo. Va a hacerlo en las mesas vacías, en los hospitales desfinanciados, en las escuelas sin calefacción y en los barrios donde ya nadie sueña con un futuro.

Milei, como Macri antes para Stiglitz, no está salvando a la Argentina. La está empujando, una vez más, al abismo.

El capi, el pibe y un tapado: así fue el podio de Gimnasia en la victoria ante el Rojo

Gimnasia ganó un partidazo. Lo superó con calidad en el primer tiempo a Independiente y en la segunda parte se dedicó a trabajar el partido, para vencer a uno de los grandes del país. Gastón Suso, en la primera parte, marcó de cabeza el 1 a 0. El equipo de Orfila respira y mira el futuro de otra forma.

Semejante victoria tuvo rendimientos muy importantes, y estos fueron los mejores para este medio.

El podio de Cielosports.com

Primer puesto: Gastón Suso

Partido típico de capitán. Liderazgo, jerarquía y gol para darle al equipo tres puntos clave. Casi que no lo pudieron pasar y afianza cada vez más su dupla con Renzo Giampaoli, que también jugó un buen partido. Fue clave para ordenar una defensa que logró tener la valla invicta y así poder sumar tres puntos de oro.

Segundo puesto: Jeremías Merlo

Gran partido del pibe, en especial en la primera parte. Aprovechó muy bien el hueco que dejó Independiente por su sector y fue clave en cada jugada ofensiva de su equipo. Tuvo la primera del partido para marcar, pero el remate se le abrió demasiado y se le fue al lado del palo. Salió tocado, algo que hizo que el equipo se retrase un poco.

Tercer puesto: Norberto Briasco

De los mejores partidos desde que llegó. Comprometido, integrado al grupo, yendo a pelear cada pelota como si fuese la última. El palo le negó el gol, lo que hubiera sido un premio después de tantas pálidas.

Suso, el “contacto con la gente” y la emoción por gol con dedicatoria especial

Gastón Suso, ese capitán que en las dos primeras fechas había puesto la cara cuando las cosas no le habían salido a Gimnasia. Ese defensor que puso la piel y la voz para levantar a sus cumpas golpeados, este domingo se fue “feliz a casa”, según sus palabras. Por el gol que marcó y por la victoria que cosechó su equipo.

“Fue un gran partido”. En el primer tiempo mostramos la mejor versión nuestra en casa en el año, con situaciones claras para abrir el marcador. Y en el segundo se vio coraje, valentía para defender, para no dar por perdida ninguna pelota y para que el resultado se mantuviera. “Me emociona”, destacó Suso, recalcando que ante Independiente “se notó el contacto con la gente”.

“FUE UN GRAN PARTIDO, NUESTRA MEJOR VERSIÓN EN CASA EN EL AÑO”.

Eso sí: Gastón advirtió que más allá de la victoria, el temple y la tensión el equipo nunca debe perderla. “Siempre con el corazón en la mano, en cualquier cosa que haga. Cuando deje de jugar al fútbol me dedicaré a otra cosa pero así. Con el corazón en la mano“, advirtió antes de valorar a “un grupo que te representa, que es noble” y de recalcar que “lo de la gente fue maravilloso“.

Y en su análisis, Suso planteó que en Gimnasia se está “forjando” un espíritu. “Nos queremos. En la época de redes sociales que todos están con el teléfono, nos estamos entendiendo, nos defendemos a muerte“, completó.


Suso y la felicidad por el gol

La alegría de Suso fue por la victoria y por su gol, que tuvo una dedicatoria especial: se puso el balón debajo de la remera para celebrar con sus cumpas y con su familia. “Hacía rato que no me tocaba convertir. Fue hermoso. Vino mi mujer, dentro de poco vamos a ser papás por tercera vez. Estuvieron en la cancha Valen y Bauti, también mis suegros. Me voy feliz“, comentó GS.

Gimnasia jugó muy bien, aguantó y ganó un partido durísimo ante Independiente

Gimnasia ganó un partidazo. Lo superó con calidad en el primer tiempo a Independiente y en la segunda parte se dedicó a trabajar el partido, para vencer a uno de los grandes del país. Gastón Suso, en la primera parte, marcó de cabeza el 1 a 0. El equipo de Orfila respira y mira el futuro de otra forma.

El primer tiempo de Gimnasia fue de lo mejor que mostró el equipo en mucho tiempo. Metió, corrió y jugó. De entrada, nomás, tuvo una muy clara de Jere Merlo, la gran figura de la primera mitad, que se fue al lado del palo. Luego probó Panaro. Y después, Rey sacó un gran cabezazo a Garayalde y en el rebote, Torres tiró al palo.

Con superioridad numérica en la mitad de la cancha, Gimnasia era mejor que Independiente. Además, tenía buena llegada por los costados y por eso el gol de Suso no sorprendió a nadie.

El ex defensor de Platense marcó un golazo, con un gran cabezazo que fue inatajable para Rey, que fue el mejor del Rojo. Ese gol caló hondo en el equipo de Vaccari, que vio como era superado constantemente en cada rincón de la cancha.

Si bien Gimnasia jugó mejor que Independiente, tuvo que pasar algún que otro sofocón. De hecho, en el final de la primera parte le anularon bien un gol al Rojo por posición indebida de Ábalos, que obstruyó la visión de Insfrán. En la posterior, el que vio como le anularon, también bien, un gol fue el Lobo, tras gran definición de Panaro, que estaba adelantado.

La primera parte dejó un justo ganador, que fue Gimnasia. No solo por lo hecho futbolísticamente, sino también por la decisión con la que salió a buscar el resultado.

En el inicio del segundo tiempo el Lobo no se tiró atrás, más allá de que Independiente trató de llevarlo. Eso produjo que promediando los 15 de la segunda parte, el Lobo tenga en los pies de Briasco el 2 a 0, pero el palo le negó el gol al ex Huracán, de buen partido también.

Con el correr de los minutos Independiente se plantó en campo rival y de a poco lo empezó a acorralar a Gimnasia con más empuje que futbol. Sin tantas ideas, el equipo visitante generó algunas jugadas basadas más en la vergüenza deportiva que en la elaboración de un juego pulido.

Más allá de los sofocones típicos (Insfrán y el palo lo salvaron al final), Gimnasia ganó un gran partido, que le permite mirar el futuro de otra forma, con varias certezas en el equipo y unas cuantas cosas por corregir. Pero siempre es más fácil cuando las cosas se solucionan con tres puntos en el bolsillo…

Ficha del partido

Los dos tiros de Gimnasia en los palos que generaron suspenso ante Independiente

Gastón Suso pudo cortar una racha de 224 minutos sin goles. No obstante, Gimnasia mereció gritar más de una vez frente a Independiente. Y es que los dos delanteros que Alejandro Orfila mandó a la cancha tuvieron situaciones muy claras para poder convertir, y el palo se las negó.

La primera jugada con protagonismo del poste ocurrió a los 14 minutos del primer tiempo: tras un tiro libre desde la derecha, un primer cabezazo obligó a Rodrigo Rey a intervenir. El arquero dio un rebote corto, que cayó en los pies de Marcelo “Chelo” Torres. El delantero remató con fuerza, pero la pelota se estrelló contra el palo derecho.

La segunda chance clara llegó en el complemento, a los 11 minutos del segundo tiempo. Esta vez, Jeremías Merlo filtró un gran pase en profundidad que dejó mano a mano a Norberto Briasco. El ex Boca, con muchísima movilidad, tiró la diagonal atacando el espacio e intentó una definición sutil ante la salida del arquero del Rojo. Buscó colocarla contra el palo izquierdo, pero nuevamente el destino fue el mismo: el balón pegó en el poste.

Gimnasia generó peligro, presionó alto y tuvo sus momentos de superioridad. Sin embargo, la falta de precisión en el último toque y la fortuna que jugó en contra en ambas jugadas impidieron que el equipo de Alejandro Orfila pudiera ampliar el score.


Un gol que se festejó con todo

Se rompió la racha. Gimnasia volvió a abrazarse con el gol después de 224 minutos de sequía. Tras dos partidos sin poder convertir, el Lobo volvió a festejar. Y el encargado de cortar la mala fue un protagonista inesperado: Gastón Suso, el capitán.

Aunque el tanto llegó desde un balón detenido, Alejandro Orfila encontró señales positivas en la previa a esa jugada. Es que el córner que derivó en el gol nació de una presión alta bien ejecutada por Gimnasia, lo que dejó en claro que el equipo no renunció a disputar cada pelota. Un mensaje claro: el Lobo fue a buscar el gol con decisión y lo construyó desde la intensidad.

La jugada se gestó luego de un avance que Independiente parecía haber neutralizado. Pero el equipo de Orfila respondió con un bloque alto eficaz, forzando un rechazo forzado desde la izquierda que recuperó Juan Pintado en campo rival.

El lateral derecho avanzó con rapidez y asistió a Marcelo Torres, cuyo remate fue desviado al córner por un cruce salvador de Kevin Lomónaco. Enseguida, el envío preciso de Pintado y el frentazo de Suso desataron el festejo en el Bosque. Una celebración que fue mucho más que un gol: fue una muestra de carácter.

Suso y un gol clave para cortar la sequía de Gimnasia y mostrar rasgos del gen Orfila

Se terminó. Gimnasia, por fin, pudo gritar un gol. Después de 224 minutos, de dos partidos completos -la derrota ante Instituto y el empate ante San Lorenzo- finalmente pudo convertir. Y quien lo guió hacia la red de Independiente fue quizás el menos esperado de los titulares: Gastón Suso. El capitán saltó, metió un frentazo inatajable y marcó el final de la sequía.

Si bien el gol del Lobo llegó de una jugada a balón detenido, la génesis del 1-0 le dejó buenas sensaciones a Alejandro Orfila. Porque el tiro de esquina que Juan Pintado ejecutó para ponerle la pelota en la cabeza a Suso llegó de una presión ofensiva. Síntoma de que Gimnasia no dio por perdida una acción que, a la postre, terminaría en celebración.

Luego de un ataque infructuoso del que Independiente había logrado salir airoso, el bloque alto del equipo de Orfila funcionó: forzó un rechazo incómodo desde el lateral izquierdo que capturó Pintado en tres cuartos de cancha. La reacción posterior fue rápida y por poco no resultó efectiva: un pase del lateral derecho de Gimnasia buscó a Marcelo Torres, quien remató bien pero un cruce efectivo de Kevin Lomónaco envió el balón al tiro de esquina.

Luego, lo dicho: la muy buena ejecución de Pintado, el cabezazo de Suso y el grito desaforado de todo el Bosque. Que no sólo celebró la interrupción de la sequía sino también la sensación de que el equipo, al menos en esa acción, demostró el hambre que le piden desde las gradas.

El gol de Gimnasia, desde la cabeza de Suso