Gimnasia comenzó el año enfrentando en condición de visitante a Atlético de Tucumán. La ilusión de la pretemporada y de instalarse entre los primeros puestos, para clasificar a un torneo internacional quedaron sepultados por una goleada que lo llevó nuevamente a pensar en el descenso.
El equipo que dirigía Pedro Troglio comenzó de muy mala manera el año y los resultados fueron poniendo en apremio al experimentado entrenador, quien con un puñado de partidos, fue despedido. Hernán Darío Ortiz tomó la conducción técnica y el Lobo mantuvo la categoría en la temporada 2018-2019.
En la primera parte de este año, Gimnasia jugó diez partidos por la Superliga (sin contar los de Copa Superliga) y obtuvo 12 puntos de 30 disputados, producto de 4 victorias, 2 empates y 4 derrotas.
La premisa para la segunda parte del año fue nuevamente la de mantener la categoría y con ese objetivo comenzó la competencia el equipo que dirigía el Indio en la temporada 2019-2020. El empate ante Lanús, en condición de visitante, era un buen augurio, pero rápidamente una serie de derrotas, le marcó al técnico la puerta de salida.
Con la llegada de Diego Armando Maradona, el Lobo renovó sus esperanzas, la gente reventó el Bosque en su presentación y el equipo empezó a mejor, aunque le costó al comienzo. En lo que va de la presente temporada, el Lobo disputó 16 partidos y logró obtener tan solo 14 de los 48 puntos, producto de 4 victorias, 2 empates y 10 derrotas.
El año 2019 se va y el desempeño del equipo no fue bueno, ya que cosechó 26 puntos de 78 que disputó en el año y por eso la urgencia con la que iniciará el 2020, obligado a sacar la mayor cantidad de puntos de los 18 partidos que tendrá que jugar, para mantener la categoría.