Este domingo, Lucas Lobos cumplió 44 años. Una vida que sentimentalmente le ha dedicado a Gimnasia, el club con el que hace match emocional desde que tiene uso de razón. Al que se sumó como adolescente, el que le permitió debutar en Primera. En el que jugó 47 partidos y marcó 9 goles antes de ser transferido al fútbol europeo. Al que volvió en 2016 para decirle adiós a la pelota. Y al que sigue ligado.
Porque Lobos, un enganche exquisito con gran pegada y facilidad para la distribución, ahora trabaja para ir forjando a los talentos que vienen. A esos chicos que se preparan en Estancia Chica. Los que, paso a paso, van incorporando detalles técnicos de parte de un deté que se hizo cargo del área de Técnica Individual luego de la reestructuración en el área de Juveniles de GELP.
Su trabajo es intenso, casi personalizado: Lucas ejercita con los futbolistas para que aprendan a perfilarse, a pasar, a entender cuándo un toque debe ser de apoyo y light y cuándo el golpe de botín debe ser con mayor intensidad. A qué velocidad definir, qué clases de controles son pertinentes, por qué es importante sentir el rigor de la marca para entender los espacios disponibles. Una serie de detalles que pueden observarse en el clip que Gimnasia compartió sobre su laburo intensivo.
Lobos y la descripción de su trabajo
“Trabajamos junto a los chicos la parte de técnica individual”, explicaba Lobos hace un tiempo acerca de su nuevo rol en el club. “Se basa en la capacidad a la hora de resolver cada situación, cada acción. Es un área que venía pensando. Se basa en un buen control, en perfilar y posicionarse mejor”, detalló, dejando en claro que su enfoque va más allá de lo técnico, y apunta a desarrollar la toma de decisiones en movimiento, bajo presión y en velocidad.
La metodología de trabajo, que se implementa desde la Cuarta hasta la Novena división, busca fortalecer distintos aspectos de la técnica: “Abarca una definición para perfeccionar todo lo que son pases, controles, centros mismos. Técnica de golpeo tanto a la hora de rechazar como a la hora de definir; pases cortos, pases largos. Trabajamos todo lo que es la técnica”, remarcó Lobos, que sabe lo que dice: convirtió casi 100 goles y dio cerca de 80 asistencias en su carrera profesional.
Para ello, el enfoque está dividido entre jornadas de trabajo ofensivo y otras dedicadas a lo defensivo, buscando que los chicos absorban todos los fundamentos posibles: “La idea es que, de a poquito, cuanto más se acerquen a las categorías más grandes, en el caso de ya llegar a la Reserva o Primera mismo, tengan esa capacidad de poder resolver lo más rápido y lo mejor posible”.
Lo cierto es que en un fútbol cada vez más vertiginoso, contar con una figura como Lobos para moldear a los futuros talentos del Lobo es una apuesta de alto valor. Su experiencia en el alto rendimiento y su sensibilidad con la pelota le permiten identificar detalles técnicos que pueden marcar la diferencia. En silencio, con trabajo personalizado y foco formativo, Gimnasia apuesta a que el estilo también se entrena. Y Lobos es el elegido para enseñarlo.