Estudiantes cerró el fin de semana pasado una floja Superliga, en la que finalizó en el 13° lugar con 30 unidades en 23 presentaciones. Con esos números no escapó al promedio de lo que realizó en las dos temporadas anteriores.
El punto clave de la cosecha Albirroja en el torneo que pasó estuvo en la mitad del mismo, y los números son elocuentes: 12 de sus 30 puntos los sumó en las cuatro victorias consecutivas que encadenó antes de consumar el regreso a UNO.
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El fin de semana del 9 y el 10 de noviembre el Pincha inauguró en nuevo Estadio Jorge Luis Hirschi, y lo hizo luego de haber derrotado, uno atrás del otro, a Central Córdoba (1-0), Rosario Central (3-0), Gimnasia (1-0) y Talleres (1-0).
La importancia de esa seguidilla salta a la vista si se tiene en cuenta que en las nueve fechas anteriores el equipo había sumado solo 10 unidades, y que en las diez jornadas posteriores únicamente pudo acumular 8 puntos más.
Para graficar el real valor de esa racha, luego de la cual solo ganó uno de los siguientes diez encuentros, vale observar los promedios: sin la cosecha de esas cuatro victorias salvadoras hoy el León tendría solamente un punto más que Colón y Patronato.
