El mercado de pases todavía está en pañales, pero en Gimnasia ya sonaron una infinidad de nombres. Entre rumores y trascendidos hay dos pesos pesados para el ataque que gustan mucho en el cuerpo técnico: Santiago García y Luis Rodríguez.
Si bien todos en el Lobo son conscientes de que la llegada de ambos futbolistas es de difícil a casi imposible, ambos atacantes son del gusto de Diego Maradona, y un llamado del Diez, está claro, siempre puede inclinar la balanza en su favor.
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El ex enganche sopló las velitas este domingo. Y lo hizo trabajando para mejorar distintos aspectos del juego de los chicos del club que ama.
El equipo Tripero necesita puntos, y para aumentar la cosecha necesita goles, algo que le costó y mucho a lo largo de este semestre: es uno de los que más ocasiones generó, y en varias de sus derrotas hizo merecimientos para llevarse al menos un punto.
SANTIAGO GARCÍA
El Morro, de 29 años, se encuentra en Godoy Cruz desde 2016 y es ídolo en Mendoza. El uruguayo lleva 112 partidos jugados y 50 goles convertidos en el Tomba, aunque en el último semestre jugó solo 9 (con 5 tantos) ya que las lesiones los complicaron.
Más allá del interés de Gimnasia la realidad marca que su salida del equipo mendocino será casi imposible, incluso aunque el delantero tuviera intenciones de ser dirigido por Maradona, con quien se encontró en el viaje del Lobo por Mendoza, e hiciera fuerza desde adentro.
Desde suelo cuyano afirman que el delantero está comprometido con revertir el mal momento de su equipo, que está último con 9 puntos en 16 partidos, y le prometió al flamante DT, Mario Sciaqua, que no se irá de la institución en este mercado de pases.
¿Cuál sería entonces la única forma de que salga? Que cualquier interesado pague la cláusula de rescisión que figura en su contrato, que se extiende hasta junio de 2021, que es de 6,5 millones de dólares. En esas condiciones, está claro, su llegada es imposible.
LUIS RODRÍGUEZ
El Pulga viene de ser el gran referente del Colón subcampeón de la Copa Sudamericana, y a sus 34 años está en uno de los mejores momentos de su carrera. Llegó al Sabalero a comienzos de 2019, y a lo largo del año disputó 32 partidos y convirtió 11 goles.
Para su arribo hay dos grandes contras: una está en lo contractual, ya que tiene vínculo firmado hasta el 30 de junio de 2021, al igual que el Morro, y para traerlo deberán comprarlo. Además no tienen cláusula de rescisión, y está en la mira de la Universidad de Chile.
El otro factor que puede jugarle de manera negativa a Gimnasia tiene que ver con el año familiar del Pulga, quien perdió a su padre y estuvo lejos de sus hijos, algo que piensa rever en estos días según él mismo reconoció. Si se va, todos los caminos conducen a Atlético Tucumán.
¿Qué sostiene la ilusión de su arribo más allá de las dificultades? Su enorme admiración por Diego Maradona, que fue el DT que lo llevó a la Selección Argentina. El Diez quizás pueda lograr eso que desde los fríos números parece imposible.
