Es, sin dudas, un pase sorpresa. Porque Rodrigo De Paul era uno jugador referente del Atlético Madrid de Diego Simeone, estaba en un equipo súper competitivo, de elite europea, y ahora llegará al Inter Miami para jugar con su amigo Lionel Messi, en la MLS. A un año del Mundial, ¿le hace bien o mal a la Selección esta movida?
De Paul deja el Aleti para firmar con el Inter Miami por cuatro años. Allí jugará con Leo, un deseo que el volante quería cumplir más allá de compartir los tiempos de Selección. Sabe que al 10 le queda poco tiempo en el fútbol y, por eso, quiere disfrutarlo lo máximo posible, ahora en el día a día. De este modo, dos piezas claves de la Scaloneta, dos de sus principales exponentes, el motor del medio y el capitán, jugarán juntos en la MLS.
En principio, es una situación que, más allá de tenerlos juntos y de aumentar de alguna forma la motivación de Messi (con la llegada de De Paul va a renovar en el Inter y seguramente revitalizará su ciclo allí), no parece jugarle de todo a favor a la Selección a tan poco de la defensa de su título mundial en Estados Unidos. En principio, porque el ex Aleti pasa de una de las ligas más competitivas del planeta fútbol a una de tercer orden, como la MLS.
Desde ese lugar, está claro, bajará el nivel de competitividad, tanto desde lo físico como desde lo futbolístico. Dejará de probarse con los mejores, incluso en competencias europeas, para jugar con equipos con muchas limitaciones. Y si bien la Selección suele ser muchas veces un ámbito diferente, con una autonomía de funcionamiento distinta (sobre todo en esta regularidad que Scaloni logró), es una situación que se puede sentir.
Después, hay otras razones que suman en contra. Una es el ambiente más distendido que propone Miami: De Paul pasará a jugar en un ámbito con más distracciones, por la forma en la que se toma el fútbol en Estados Unidos, más como parte de un show.
El otro aspecto tiene que ver con la exigencia de los entrenadores. De Paul pasará de un Simeone que suele potenciar a sus futbolistas o, por lo menos, mantenerlos siempre en un nivel súper competitivo a un Mascherano que sigue dando exámenes como DT y que todavía no termina de arrancar en su carrera. En ese sentido, también bajará su nivel.
El medio de la Scaloneta, con movimientos
La cuestión es que además de De Paul, también el mediocampo de la Selección tuvo otro cambio en el mercado: el de Leandro Paredes, que dejó la Roma para jugar en Boca. También ahí podría decirse que el cinco del equipo y uno de los laderos del ex Aleti bajará el nivel de competencia, porque está claro que jugar en Italia y en Europa es superior a hacerlo en el fútbol argentino.
Por lo pronto, será un tema que Scaloni deberá afrontar. “No me importa dónde, lo importante es que jueguen”, dijo el DT las últimas veces que fue consultado sobre estas situaciones, sobre todo en el caso Paredes. A un año del Mundial, hoy no parece igualmente una situación que ayude…