Lo que debía ser el inicio de unas vacaciones soñadas para un grupo de estudiantes egresados de Córdoba se convirtió en una verdadera pesadilla digna de un guion cinematográfico. A bordo de un vuelo de Flybondi con destino a Bariloche, la tragedia parecía acechar desde las alturas cuando, en pleno trayecto, uno de los motores de la aeronave se apagó, forzando un regreso de emergencia al aeropuerto de origen.
La situación fue agravada por la alarma de los sensores, que indicaban una posible pérdida de combustible.
Los pasajeros, jóvenes de entre 17 y 18 años, vieron cómo el sueño del viaje de egresados se transformaba en un caos cargado de llantos, gritos y temor. “El avión parecía estar en un capítulo de Destino Final, con cada minuto revelando un nuevo peligro”, comentó un testigo presencial.
El motor apagado y el silencio ensordecedor
Los pasajeros relataron que todo comenzó con una leve vibración, seguida por un silencio inquietante proveniente del motor. En cuestión de segundos, el piloto anunció la necesidad de retornar por razones de seguridad.
El pánico cundió entre los estudiantes mientras el avión iniciaba el descenso. La sensación de estar atrapados en un artefacto defectuoso a miles de metros de altura quedó grabada en sus memorias.
Al aterrizar, el alivio inicial dio paso a la incredulidad: la aerolínea les informó que debían volver a subir al mismo avión, ahora supuestamente reparado, o perderían su ansiado viaje. Las palabras “suben o pierden el viaje” retumbaron como una amenaza para los jóvenes aterrados.
Escenas de histeria y la intervención de la PSA
La no respuesta adecuada de Flybondi generó indignación y escenas de enojo. Adolescentes con miedo, padres intentando calmarlos por teléfono y lágrimas que llenaron la sala de embarque.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) habría tenido que intervenir para contener el caos y mediar entre la empresa y los pasajeros.
Un viaje marcado por el miedo
Finalmente, los jóvenes accedieron a reembarcar, pero lo que debía ser un viaje de celebración se tornó sombrío.
Al llegar a Bariloche, la euforia habitual de los egresados fue reemplazada por el peso de una experiencia traumática.
La empresa lo niega
Según publicó horas más tarde el medio cordobés “La Voz”, “La empresa salió al cruce de versiones en redes sociales que hablaban de problemas con un motor y pérdida de combustible”.
Consultada por ese medio de la provincia mediterránea, la empresa negó que el avión presentara problemas en los motores ni pérdida de combustible.
“Si un avión vuela con un solo motor, se declara en emergencia y eso activa todo un protocolo. Nada de eso ocurrió. El avión siguió operando y los pasajeros llegaron a destino sin inconvenientes”, aseguraron, aunque el sitio que reporta el estado de vuelos anteriores sigue teniendo al vuelo como “regresado” a Córdoba, para luego volver a salir con destino a Bariloche.
La respuestas de Flybondi
Flybondi no emitió un comunicado oficial explicando el incidente ni detallando medidas concretas para prevenir que algo similar vuelva a ocurrir, simplemente se encargó de negar que los hechos hayan sucedido como se relata en redes.
Este episodio se suma a una serie de complicaciones recientes para la aerolínea low cost, incluyendo cancelaciones masivas de vuelos y problemas operativos denunciados por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).