El transporte público del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) está en crisis desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia. Los colectivos, por caso, aumentaron su boleto, pero siguen atrasados y las empresas vienen denunciando que no cobran los subsidios de Nación. En el medio, la Provincia intenta aliviar su situación.
Tras darle más tiempo para instalar cámaras de seguridad, el gobierno bonaerense volvió a tirarles un centro con la Resolución 117. Desde hoy, el Ministerio de Transporte determinó que la antigüedad máxima de los colectivos que se incorporen por primera vez al servicio de pasajeros podrá ser de hasta 10 años. Esto rige para las líneas urbanas e interurbanas de media distancia aledañas a la Ciudad de Buenos Aires.
La cartera que lidera Jorge D’Onofrio también determinó que cuando se venza la antigüedad máxima de una década, los coches continuarán habilitados por tres años más. Estos colectivos, sin embargo, deberán hacer la Verificación Técnica Vehicular (VTV) cada cuatro meses de manera obligatoria.
La medida alcanza a vehículos del año 2011, 2012 y 2013, es decir, al 24,66 por ciento de los colectivos registrados en el parque móvil habilitado por la Provincia. En total, son 5278 coches que deberían reemplazarse por modelos más nuevos para que las líneas sigan teniendo la misma capacidad. Sin embargo, las empresas del sector pidieron extender la vida útil de los colectivos amparadas en “la delicada situación económica y financiera” que atraviesan.
Desde el punto de vista técnico, además, la Resolución cita un informe de la Comisión Nacional del Tránsito y la Seguridad Vial en el cual se estableció que “las unidades con una antigüedad de hasta 13 años, bajo un régimen de control estricto de revisiones técnicas obligatorias cada 4 meses, no presentan problemas de seguridad”.