El Gobierno Nacional avanza con la licitación de la hidrovía y las provincias no le quieren perder pisada

El manejo de la hidrovía que conecta Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay es uno de los tantos temas que enfrentan al Gobierno Nacional de Javier Milei con los gobernadores. En este caso, con aquellos que están en la zona ribereña, incluyendo a Axel Kicillof. Las tensiones no cesan.

A principios de noviembre, el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, anunció que "antes de fin de año" van a tener listo el pliego para la licitación de la vía navegable troncal (como le llaman ahora a la hidrovía Paraguay-Paraná). "Pondremos en marcha una licitación clara y transparente que pemita la participación de la mayor cantidad de empresas nacionales e internacionales y posibilite condiciones de competitividad para el crecimiento del libre comercio de Argentina con el mundo", expresó.

De esta manera, la administración libertaria daría un paso clave para el futuro del país sin consultarlo con las demás jurisdicciones involucradas. Es que Milei viene de eliminar por Decreto el Ente de Control de la Vía Navegable Troncal (ECOVINA) que se había creado en 2022. La idea de este organismo era que las provincias ribereñas participen de todo el proceso de licitación de la hidrovía.

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Por la hidrovía del Paraná circulan unos 4500 buques por año. Es una arteria fundamental para el comercio.

Fuente: argentina.gob.ar.

Uno de los que salió al cruce de este avance libertario fue el diputado nacional Diego Giuliano. El dirigente del Frente Renovador presentó ayer un proyecto de resolución en el Congreso "para que el Gobierno Nacional no pueda manejar a su antojo la licitación de la Hidrovia".

El legislador propuso que las provincias de la región participen en el procedimiento de "gestión, control, elaboración de pliegos y percepción del peaje" de la vía navegable. Esto abarca a Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.

Por otro lado, también reclamó que se garanticen las tareas de dragado y balizamiento "descartando cualquier disminución" de la profundidad. "Si esto ocurriese lo convertiría en un puerto exclusivo de barcazas, eliminando el tráfico de embarcaciones de mayor calado", advirtió.