La noche y el desierto de Sakhir daban la bienvenida a la tercera fecha del campeonato de Fórmula 1. Un día antes el finlandés Valtteri Bottas había conseguido su primer pole de su carrera y largaría desde la posición de privilegio.
Primera posición que iba a mantener en la primera curva mientras que Sebastian Vettel iba a intercambiar posiciones con Lewis Hamilton que no largaba bien. En esas primeras vueltas se pudo ver a los cinco primeros (sumando a ambos Red Bull) en tan sólo 4 segundos, que a la vista atrae mucho pero puso en manifiesto la pocas chances de sobrepaso que hay en esta nueva Fórmula 1 2017.
After a great start we had the right strategy and pace. Too bad a brake issue prevented me from finishing, but that’s racing. #BahrainGP pic.twitter.com/TDEs1Qn7nD
— Max Verstappen (@Max33Verstappen) April 16, 2017
Tras los abandonos de Verstappen (frenos), Stroll y Sainz en un accidente que los involucró tras la salida del español de boxes, empezaron a realizarse las primeras paradas en boxes. Vettel fue el primero, intentando el undercut, que tan bien le funcionó en Australia. A la entrada de ambos Mercedes, Hamilton que tenía que esperar la parada de Bottas intentó ir más lento por la calle de boxes afectando a un Ricciardo que venía por detrás lo que provocó la sanción de 5 segundos para el británico.
Cuando el piloto de Mercedes entró a boxes para cumplir la sanción en la vuelta 41 quedó por detrás de Vettel y Bottas y con neumáticos nuevos empezó el “Hammer time”. Primero superó a su compañero de equipo que sin resistencia le entregó el segundo puesto y después con 13 segundos en el medio fue en búsqueda del alemán.
A pesar del intento y de reducir las distancias a tan sólo 6 segundos era el hombre de Ferrari quien iba a ver la bandera a cuadro primero que nadie y se quedaría en solitario con la punta del campeonato.