El fútbol argentino está de luto. Una vez más. En este caso, por el fallecimiento de Luis Galván, uno de los campeones del mundo de 1978. El defensor, una verdadera gloria de Talleres, murió a los 77 años debido a una infección renal que se agravó debido a que contrajo una neumonía bilateral.
Nacido en Santiago del Estero, Galván fue un marcador central notable, que se convirtió en una leyenda de Talleres porque jugó 13 años allí (12 de manera consecutiva) y fue el futbolista que más partidos disputó en ese club con 503 partidos.
En el Mundial 78 hizo dupla con Daniel Alberto Passarella y fue de los pocos que jugó todos los partidos con el capitán, Fillol, Gallego, Kempes, Olguín y Tarantini. De hecho, fue una de las grandes figuras de la final disputada ante Holanda que consagró al equipo de Menotti y que le dio a la Argentina su primera estrella mundial en nuestro país.
Talleres y la AFA lo despidieron con emoción y todo el fútbol argentino recibió la noticia con mucha tristeza, ya que fue un jugador que defendió con honores la camiseta nacional y que alcanzó la gloria máxima.
Además de Talleres, también jugó en Loma Negra, Belgrano, Central Norte de Salta y Bolívar de Bolivia, antes de regresar al país para retirarse en la T, el club de su vida, que este lunes despidió a uno de sus máximos ídolos.
Clave en la Selección Argentina de 1978