Ayer, antes de los 5 minutos de juego en el estadio Ciudad de La Plata, Gimnasia tuvo en los pies de Johan Carbonero la primera jugada clara de peligro para ponerse en ventaja frente a Banfield, pero la definición fue defectuosa y derivó en una tarde esquiva tanto para el equipo como para el delantero colombiano que no estuvo en plenitud.
Como viene ocurriendo en las últimas presentaciones de Gimnasia, fundamentalmente desde que Néstor Gorosito se hizo cargo como entrenador del primer equipo, Carbonero es la llave de la mayoría de las ofensivas y es buscado permanentemente por izquierda por su velocidad y desequilibrio. Sin embargo, ayer jugó casi todo el partido condicionado.
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Sucede que, a los 2 minutos del partido, y con una jugada rápida, Matías Miranda buscó con un pase largo y milimétrico al delantero colombiano, que fue a buscar la pelota cruzada puesta al vacío: a pura velocidad dejó en el camino a Emanuel Coronel y cuando Facundo Cambeses salió a achicar ante su llegada, Carbonero terminó definiendo cruzado y desviado.
Tras esa jugada se comenzó a tomar el posterior de su pierna izquierda, el cual estiraba cada vez que podía cuando la pelota estaba lejos de su posición. Tanto fue así, que Estanislao Jara, Nicolás Colazo y Franco Torres había comenzado a entrar en calor por si acaso. Sin embargo, el delantero colombiano continuó en el partido, aunque casi no tuvo injerencia, visiblemente diezmado físicamente, aunque completó los 95 minutos del encuentro.
Claro está que su estado de salud generó preocupación en Néstor Gorosito y todo Gimnasia, pero a priori la buena noticia tiene que ver con que se trata solo de una sobre carga muscular que no llegó a ser contractura y mucho menos desgarro. Las casi dos semanas de preparación que vendrán por delante debido a las elecciones legislativas del próximo fin de semana, le jugarán a favor a Carbonero para poder alcanzar su recuperación pensando en San Lorenzo.