No son horas fáciles para uno de los ídolos más grandes del fútbol argentino de los años 80´y 90 ´, es que Alberto José Márcico, ídolo de Ferro, Boca y Gimnasia atraviesa una situación judicial compleja luego de ser acusado de realizar estafas a través de su negocio inmobiliario. El Beto y su hijo de 33 años quedaron procesados y se les labraron embargos de 1.800.000 dólares y de 2.000.000 millones de pesos.
Los Márcico quedaron procesados bajo la carátula de “defraudación por desbaratamiento de derechos acordados y por estelionato (vender algo ajeno como propio)”. La polémica causa involucra a otro ex futbolista como Martín Herrera (también ex Ferro y Boca , donde compartió plantel con Márcico, pero que en La Plata jugó en Estudiantes.
no dejes de leer
Herrera reclama cinco departamentos que compró en noviemnre y diciembre de 2021 y que nunca fueron entregados, del lado del Beto el argumento fue que en realidad no hubo tal venta sino que hubo un préstamos de dinero y que la variables de la economía llevaron a que no haya una devolución del total, algo que fue desestimado por la Justicia que tiene un expediente de Márcico que comienza en 2019 cuando llegaron las primeras demandas en su contra desde que me transformó en empresario inmobiliario.
La resolución tras las estafas
– “Alberto José Márcico y Lucas Alberto Márcico habrán de responder como coautores materiales del delito de defraudación por desbaratamiento de derechos acordados cometida en forma reiterada, en un total de 22 ocasiones, siendo que en 15 de ellas se verifica concurso ideal con el delito de defraudación por estelionato también reiterada”. La investigación está a cargo del fiscal Andrés Madrea y quien los proceso por los delitos de defraudación por desbaratamiento de derechos acordados cometida en forma reiterada, en un total de 22 ocasiones es el magistrado Fernando Caunedo.
El mensaje de Márcico para Herrera
– “Martín, sí, solucionarlo, Martín. Si yo te hubiese querido cagar, ya te hubiese cagado, no te hubiese pagado un mango partido por la mitad… (…) Nunca se me cruzó cagarte, ni cagué a nadie (…) ¿Hoy me mandás una causa penal? Es una locura lo que hiciste, es una locura (…) Tené cuidado con el asesoramiento que tenés, los abogados son todos unos hijos de puta, todos. Yo ahora me presento en convocatoria o en quiebra, y por más que hagas lo que hagas, olvidate, no cobrás más, no cobra nadie (…) Me llama la atención (…) Pero depende de vos también. ¿Querés seguir con el juicio? Haceme juicio, después vemos a dónde terminamos. Me llama poderosamente la atención. Chau Martín, chau…”.