La historia entre Marcos Rojo y Estudiantes bien podría ser la trama de una telenovela. Las idas y vueltas en la relación entre las partes han llevado a que los caminos de ambos se separen y, por lo que parece, ya no volverán a unirse.
Sucede que Rojo fue uno de los jugadores más identificados con el club hasta que volvió en 2020, justo antes de la pandemia. Ganó la Copa Libertadores cuando todavía era un pibe, fue pieza clave en el campeonato 2010 y le dejó a Estudiantes una millonada de dinero por su venta.
De allí en adelante edificó una carrera extraordinaria, que incluyó jugar en grandes equipos europeos, en la Selección (con un par de mundiales en el lomo) y jamás se olvidó de sus raíces: cada vez que regresaba al país aparecía por City Bell y hasta se subía al paravalanchas para alentar a Estudiantes.
La pandemia, el principio del desamor
Cuando Rojo volvió en 2020 las partes hicieron un gran esfuerzo para poder concretar el regreso. Marcos presionando en Manchester para poder salir y Estudiantes gastando una fortuna para armar un equipo competitivo que lo tenía a él y a Javier Mascherano como principales apuestas.
La suspensión del torneo, el encierro, la salida de Milito y sus lesiones hicieron que Rojo apenas juegue un rato en su regreso y su segunda etapa fue con más pena que gloria. Hasta ahí un intento fallido que no afectó la relación con el hincha. Los problemas aparecieron cuando Boca entró en escena.
La promesa incumplida
Tras otro pequeño período en Europa, Rojo decidió regresar al país. Esta vez no fue a Estudiantes, sino a Boca, lo que desató la furia del hincha albirrojo, quien le reclama que en una nota con el programa Jaque y Mate había dicho que en Argentina solo jugaría en Estudiantes.
De allí en más, pasó de todo: silbidos en uno, chicana en redes con sus familiares, cruce picante con Zuqui en la semifinal de Córdoba, despedida en UNO de la Gata Fernández, un gol levemente festejado en la Bombonera y una certeza a futuro: si Rojo alguna vez vuelve al club, su regreso generará una enorme polémica entre los hinchas.