En septiembre del 2022 el entonces presidente Alberto Fernández anunció la firma de un acuerdo entre YPF y Petronas para la construcción de una planta de Gas Natural Licuado en el país.
Su instalación se proyectó en el Puerto de Bahía Blanca, con un plazo de 10 años en distintas etapas y una inversión que podría alcanzar los 40 mil millones de dólares.
El objetivo es el desarrollo de áreas gasíferas en Vaca Muerta, la construcción de un nuevo gasoducto hacia la terminal de Ingeniero White y la instalación de la planta para transformar el shale gas en GNL para su transporte en barco a distintas partes del mundo.
De hecho, a principios del 2023 la compañía estatal y su par de Malasia firmaron la reserva de tierras en el puerto bahiense con el objetivo de iniciar los trabajos de evaluación técnica, económica y ambiental.
Río Negro y Neuquén versus Bahía Blanca
Los cambios políticos y avatares económicos trastocaron los planes, pero el proyecto volvió a tomar fuerza aunque con la aparición de nuevos actores.
El FMI afloja la presión: metas más flexibles, reservas postergadas y margen político para el Gobierno
El organismo postergó metas clave y redujo controles hasta 2026, otorgando margen al Gobierno tras el incumplimiento en la acumulación de reservas.
Si bien en febrero autoridades de YPF Gas visitaron la ciudad y le ratificaron la vigencia de la iniciativa al presidente del Consorcio de Gestión del Puerto, Santiago Mandolesi Burgos, apenas dos meses después dos provincias metieron las narices y quieren quitarle la posición de privilegio a la Provincia de Buenos Aires.
Los gobernadores de Neuquén y Río Negro, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, anunciaron una alianza para tratar de que la planta de licuefacción se instale en el Punta Colorada. De hecho, no es la primera vez que Río Negro juega esa carta.
“Vamos a hacer todo lo posible para que los proyectos de GNL estén y tengan salida desde Río Negro”, dijo Weretilneck. Figueroa, en tanto, agregó que Neuquén “va a hacer todo lo que esté a su alcance para que el GNL salga desde puertos rionegrinos, porque queremos producción patagónica con venta, servicios y mano de obra patagónica”.
Hay quienes especulan con que el presidente Javier Milei vería con buenos ojos esa posibilidad, especialmente por la motivación política de encontrar nuevos aliados, que claramente no tiene en la Provincia.
Bahía Blanca sale a responder
De todos modos, legisladores bonaerenses de la Libertad Avanza comenzaron una serie de reuniones para defender el proyecto inicial y hasta presentaron un proyecto de ley en la Legislatura para que Bahía Blanca sea declarada como plataforma de exportación y producción de gas natural licuado a través de su puerto.
La iniciativa corresponde a los senadores Sergio Vargas, Carlos Kikuchi y Silvana Ventura, quienes la fundamentaron a partir de la ubicación estratégica de la ciudad cabecera de la Sexta y su referencia histórica para sector energético.
Los tres fueron recibidos la semana pasada por el intendente Federico Susbielles, quien en las últimas horas agradeció un comunicado lanzado por el bloque de concejales de Juntos por el Cambio que también sentó posición.
“Gracias por el acompañamiento en un tema tan importante para la ciudad. En Bahía construimos con todos los sectores productivos, sociales, políticos, gremiales y académicos el aval y la licencia que el proyecto necesita”, destacó.
El texto de la principal bancada opositora resalta que semejante proyecto impactará positivamente en la ciudad con la creación de unos 16 mil puestos de trabajo, y que además sería de gran respaldo para el crecimiento del sur provincial “que tantas veces ha sido postergado”.
En ese sentido, hicieron extensivo el pedido de respaldo a los distintos intendentes y dirigentes de la región para seguir sumando apoyo.
La cuestión ambiental juega a favor de la Provincia de Buenos Aires
Si bien se especula con una suerte de “castigo” a Axel Kicillof, puede ser trascendente el rechazo social de los vecinos de Río Negro.
La presión social puede llegar a ser un factor relevante a tener en cuenta ya que desde años este tipo de actividad está prohibida en el Golfo San Matías, a diferencia del de Bahía Blanca que está en constante crecimiento.
Desde la fundación ambientalista Patagonia Natural vienen advirtiendo que un derrame o accidente destruiría al Golfo San Matías, santuario de la ballena Franca Austral.
