EN AVELLANEDA

Bronca contra Edesur: Usuario exasperado criticó a jóvenes que "se quejan del peronismo"

Usuario encolerizado cargó contra quienes vivieron de subsidios sin renunciar a ellos y a jóvenes 'que lloriquean' del país yéndose a Europa con plata familiar

Sucedió en medio de un estado de exasperación por los tarifazos: la voz crítica le perteneció a un usuario llamado Joaquín durante la protesta en la sede de Edesur, en Avellaneda.

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En medio de la creciente indignación social por los tarifazos a los servicios de luz, gas y agua impulsados por el gobierno de Javier Milei, las protestas en las oficinas de Edesur fueron entonces escenario de reclamos enfurecidos.

La suba en las boletas, que para muchos usuarios resultan impagables, llevó a que ciudadanos expresen su desesperación y enojo en la puerta de la empresa ante las cámaras de televisión, en este caso la señal de noticias C5N.

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Toda la bronca de un usuario de Edesur

A LOS QUE VIVIERON SIN RENUNCIAR A SUBSIDIOS

Uno de esos manifestantes, el mencionado Joaquín, usuario de electricidad, llamó la atención no solo por su presencia, sino por sus contundentes declaraciones que rápidamente se viralizaron en las redes.

Es que en un tono exasperado, no se guardó nada cuando dirigió sus palabras a quienes, según él, "vivieron de los subsidios" durante años sin protestar ni cuestionar, pero que ahora se erigen como defensores del libre mercado, y del achicamiento del Estado.

En sus palabras, "el 57% de caraduras" que durante dos décadas disfrutaron de tarifas subsidiadas "se callaron la boca" mientras usaban indiscriminadamente luz, gas y agua sin hacer un esfuerzo por renunciar a esos beneficios. "Pusieron aires acondicionados hasta en los baños", sentenció con enojo, denunciando la hipocresía de aquellos que, según él, ahora se quejan del intervencionismo estatal.

SUB 30 "LELOS DE LA PATRIA"

El enojo de Joaquín no se limitó a los adultos que, en su opinión, aprovecharon los subsidios. También lanzó una dura crítica a la generación más joven, a los menores de 30 años, a quienes calificó de "lelos de la patria".

Su principal reclamo hacia esta generación es su constante queja sobre la situación del país y su deseo de emigrar a Europa, a menudo con el apoyo financiero de sus padres. "¿Qué están, en Afganistán?", preguntó con sarcasmo, haciendo una comparación entre las dificultades actuales del país y las adversidades extremas que se viven en zonas de conflicto.

Según el indignado comerciante, dueño de una relojería, estos jóvenes que "se quejan del peronismo" están muy lejos de enfrentar los desafíos que vivieron sus padres o abuelos, quienes, como él recuerda, "vinieron de Europa con una mano atrás y otra adelante", es decir, sin nada.

VENÍAN DE EUROPA SIN NADA

El contraste entre las generaciones es evidente en su discurso. Mientras los padres de Joaquín llegaron a Argentina buscando oportunidades y dispuestos a trabajar duro, él acusa a los jóvenes de hoy de ser una "generación de cristal", quejándose sin haber enfrentado verdaderas dificultades.

"Se van a Europa con la plata de los papis y los primeros tres meses no hacen nada", afirmó, subrayando que muchos de estos jóvenes buscan escapar de una realidad que, según él, no comprenden del todo, ni están dispuestos a mejorar desde adentro.

Joaquín también cuestionó el concepto de "libertad" que se ha popularizado entre los votantes jóvenes y algunos adultos en los últimos tiempos, especialmente en relación al discurso libertario de Javier Milei.

"Les vendieron la palabra libertad como si fuera un alfajor Jorgito", dijo con ironía, refiriéndose a cómo se banaliza este concepto.

Según él, la verdadera libertad no es la que proclaman aquellos que quieren desmantelar el Estado, sino la que reside en el corazón y la mente de cada individuo, "haciendo lo que uno quiere sin joder al otro".

HABLÓ DESDE EDESUR AL PAÍS

El mensaje final del usuario de electricidad fue claro y directo: "Despiértense".

En su visión, tanto los que disfrutaron de los subsidios sin cuestionar, como los jóvenes que se quejan y se van, están atrapados en un discurso superficial y carente de responsabilidad.

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