Un anticipo, una pequeña muestra. Eso fue lo que le otorgó Hugo Maradona al mundo en aquel Campeonato Sudamericano Sub 16 que dirigía Carlos Pachamé, uno de los históricos laderos de Carlos Salvador Bilardo que junto a Diego y la Selección se preparaban para dejar una huella imborrable en México 86´. Al igual que Diego en la mayor, Hugo también portaba la cinta de capitán en aquel equipo que lo vio brillar con la 9 en la espalda y que lo tenía rodeado de jóvenes promesas que con el tiempo harían su propio camino como Fernando Almirón, el Gato José Miguel o Pedro Sallaberry.
A comparación de Diego – si es que algo se le puede comparar dentro de una cancha – Hugo era derecho y un jugador más de área, pero con una gambeta picante. El menor de los hermanos Maradona que falleció hoy con 52 años, tuvo una carrera más que aceptable como profesional y aquel Sudamericano con la Selección fue el puntapié para una carrea profesional que perduró por 15 años.
El camino de aquella final con Brasil tuvo a la Selección luciéndose en la previa contra Venezuela (5-0) para luego seguir hilvanando victorias frente a Ecuador(4-0), Colombia (4-0), Chile (3-0), Perú (3-0) y 5 a 1 a Uruguay y Bolivia. La noche del partido con Brasil en el José Amalfitani ante el rival de siempre tuvo 40 mil testigos. Cada uno de ellos vio como el legado Maradona crecía y se hacía valer en los botines del joven Hugo que tendría su noche de gloria con la celeste y blanca siendo autor de goles en un partido que Argentina perdía 1 a 0. El Turco no sólo igualó el clásico con una avivada en un tiro libre dentro del área sino que sacó el derechazo que terminó siendo facturado por Lorenzo Frutos para el 2 a 2 transitorio y además coronó su noche mágica con un derechazo al palo del arquero tras eludir rivales con la firma de los Maradona.
La carrera de Hugo iba a tener puntos en común con la de Diego. Debut en Argentinos donde estuvo durante 1985 y 1987 y formó parte del histórico equipo de 1986 que se consagró bicampeón local y de la Libertadores y un pase al Nápoli donde jugó poco y fue cedido al Ascoli, donde enfrentó a su hermano en un inolvidable 19 de septiembre para la familia Maradona.
Más tarde llegarían los tiempos en el Rayo Vallecano donde jugó con apenas 19 años y dejó un gran recuerdo entre 1988 y 1990 donde marcó 9 goles en casi 70 partidos. Su carrera sería luego al de un trotamundos: vistió la del Rapid Viena en Austria, Deportivo Italia en Venezuela, Progreso de Uruguay para luego arribar al fútbol japónes donde desarrolló gran parte de su carrera antes del retiro que llegaría en 1999 con la camiseta de Brown de Arrecifes con apenas 30 años.