Sin lugar a dudas, uno de los puestos más complejos del fútbol y en el que no se puede fallar bajo ningún punto de vista es en el arco. Más aún si uno se encuentra en una situación compleja, como le ha pasado a Gimnasia durante la última temporada de la Liga Profesional. En ella, un juvenil Tomás Durso tuvo que ponerse los guantes y atravesar un 2023 prácticamente sin margen de error, algo que hoy por hoy desembocará en un cambio de aire para él.
Frente a esto, Leonardo Madelón y sus colaboradores se encuentran en la búsqueda de un arquero para lo que será el 2024, con un primer semestre que lo tendrá al Lobo siendo parte de la correspondiente Copa de la Liga y también de la primera instancia de una Copa Argentina en la que buscará cambiar la imagen luego de una pasada edición en la que quedó en el camino a manos de Excursionistas en 32avos de final.
Y si bien la experiencia parece ser un requisito fundamental en esa búsqueda que está llevando adelante Madelón y la comisión directiva albiazul para no repetir lo hecho esta temporada, vale la pena repasar lo que ha sido la última década del Tripero y sus protagonistas bajo los tres palos, con nombres y características muy variadas a lo largo de los años.
A priori, el Lobo tuvo en ese período tres arqueros titulares surgidos de la institución: Fernando Monetti (2010- 2014), Alexis Martín Arias (2015-2020) y el mencionado Tomás Durso (2021 a 2022), y otros cuatro formados en otros clubes que llegaron a La Plata buscando continuidad y la tuvieron: Nicolás Navarro (2014-2015), Enrique Bologna (2016), Jorge Broun (2020) y Rodrigo Rey (2020-2022).
Si de rendimiento se tratase, entre Monetti y Rey aparecen los dos mejores ejemplos. El Mono defendió el arco Tripero en 91 partidos, recibiendo 93 goles y manteniendo su valla invicta en 35 oportunidades, lo que indica que no recibió goles en el 35% de esos cruces. Fue fundamental en el ascenso y en aquel equipo de Pedro Troglio que peleó el torneo 2014, ya de regreso en la elite del fútbol argentino.
Rey, por su parte, llegó repatriado del fútbol de Grecia y cumplió con creces. El hoy golero de Independiente atajó 82 partidos con la camiseta del Lobo y recibió 89 goles, aunque mantuvo su arco en cero también en 35 oportunidades. No le marcaron el 39% de los encuentros. Resultó clave en aquel equipo dirigido por Néstor Gorosito que logró despegarse de los puestos de descenso, que peleó la Liga Profesional del 2022 y que se metió en la Sudamericana de este año.
En cuanto al resto, han alternado buenas y malas. Jorge Broun, de muy breve paso, es el que sigue en cuanto a números. Fatura llegó desde el fútbol de Bulgaria para ser parte del equipo dirigido por Diego Maradona en el 2020. Su estadía en La Plata fue corta pero muy fructífera. Disputó 19 partidos oficiales en Gimnasia, recibió 15 goles y mantuvo su valla invicta en 9 de esos 19 cruces mencionados (un muy buen 47%).
Alexis Martín Arias jugó 113 encuentros en el Lobo, mayormente en etapas complicadas y de recambio constante. Sufrió 125 goles en su contra y mantuvo el arco en cero en 35 oportunidades (28% de las veces), hasta el momento en que se fue con el pase en su poder al fútbol de Chile. Tuvo una última temporada en Argentinos Júniors en la que parece haberse encontrado nuevamente con una buena versión.
Tomás Durso, otro producto de Estancia Chica, disputó un total de 47 partidos defendiendo el arco Tripero, también en momentos complejos. El nacido en Ensenada recibió 61 goles, en tanto que mantuvo su valla invicta en 13 oportunidades: 27%.
Nicolás Navarro, por su parte, estuvo 29 encuentros bajo los tres palos del Lobo, con 33 goles en contra y 8 veces sin tener que ir a buscarla al fondo de la red: también un 27% de las veces en su haber. Por último Enrique Bologna, sin tanta participación, como Broun, disputó apenas 15 encuentros oficiales con la camiseta de Gimnasia, en los que recibió 19 goles y tuvo 6 vallas invictas: un 40% de esos cruces sin que le conviertan al hoy por hoy arquero de Defensa y Justicia.