En el Mundial de 1982 el Vasco estuvo en tres partidos de suplente, ya que Menotti respetó la defensa del campeón del ´78. Si en la gira de 1981 jugó siempre como lateral por derecha. En pleno mundial se estaba desarrollando la Guerra en las Islas Malvinas.
Pensando en encontrar las respuestas al flojo mundial en España 1982 reveló que fueron “demasiado confiados con un gran equipo y fue un error el lugar de concentración de ese mundial ya que era un paraíso, y eso no es bueno, ahí te desconcentraba. En 1986 a la concentración le pusimos Alcatraz”.
A su vez sobre el mundial de España contó que “en total estuvimos 5 meses concentrados y volverte tan rápido te da una calentura bárbara”.
Más allá de lo deportivo, también recordó que “en los diarios de allá (España) salía toda la verdad, acá me decían que íbamos ganado la guerra cuando había chicos de 18 años muriendo, pero la única forma de darle una alegría era ganar un mundial”.
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El entrenador de Gimnasia reveló en diálogo con La Cielo que había sufrido un percance con su kit matero. Por qué un oyente hizo feliz al uruguayo.
También comentó que entre ellos “se hablaba continuamente de la guerra porque en la prensa de España y nosotros le pasábamos información a nuestras familias”.
Sobre el Mundial de 1986, contó que “fue una vuelta de página, pasamos de Menotti y su discurso y forma de entrenar a Bilardo a algo que no estábamos acostumbrados. Yo manejaba varios puestos y le gustaba mucho a él”.
Recordando anécdotas dijo que “Bilardo me dio una charla técnica bajando un peaje, después una persona en la vuelta olímpica me quiso cambiar el reloj de oro por la camiseta”.
Por último recordó que “fueron unos cantantes de tango y armaron todo para hacer un show pero Bilardo no sabía nada y no quería extraños, cuando los vio no te puedo contar cómo los sacó, no pudieron cantar”.
A su vez manifestó que en 1984 renunció “a la selección, me había cansado de Bilardo porque además no me citaba”.
Para cerrar con Italia en 1990, recordó el centro para Claudio Caniggia en el gol ante Italia. “El día que fuimos a jugar, los napolitanos en honor a Diego (Maradona) sacaron las banderas, cuando en el resto del mundial estaba siempre puestas”, contó.
Por último indicó que fue un mundial donde “pasó de todo, lesionados y expulsados, a los ponchazos llegamos al séptimo partido”.
