El curioso caso del “voluntario” que siempre está donde lo necesita la policía
Iván Matías Cheang y su admirable caso de dedicación. Acusado de ser policía infiltrado en manifestaciones, dio una entrevista. Declaraciones memorables
Hay quienes dedican su tiempo libre a actividades benéficas, como alimentar a los sin techo, rescatar animales abandonados o plantar árboles. Y después está el caso de Iván Matías Cheang, un hombre de convicciones tan firmes y admirables que prefiere dedicar su tiempo voluntariamente a respaldar a las fuerzas de seguridad en manifestaciones. Un héroe moderno, si se quiere, siempre listo para socorrer a la autoridad.
En una entrevista con A24, Cheang explicó, sin un atisbo de duda, que él no es ni un infiltrado ni un agente encubierto, como muchos malintencionados insinuaron.
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EL "DROOPY" DE LAS MANIFESTACIONES
Según él, simplemente aparece en las manifestaciones por si algún policía sale herido. Un tipo solidario, casi como esos samaritanos que llevan mantas en los accidentes de tránsito, pero en este caso, Iván se asegura que los policías estén cómodos y protegidos, especialmente si inhalaron gas pimienta. ¡Un verdadero vocero de la empatía en tiempos de disturbio!
Por supuesto, esta noble labor no viene de la nada. El buen Iván tiene una conexión con las fuerzas del orden: un pasado brillante en la escuela de suboficiales de la Policía Federal Argentina. Pero, como en todo buen drama, hubo un giro inesperado. Según sus propias palabras, fue apartado del curso debido a unas “calumnias e injurias que nunca se pudieron comprobar”. Qué conveniente, ¿verdad? Unos meses antes de convertirse en todo un suboficial, la vida lo sorprendió con un revés injusto. Pero Iván, el voluntario, no se dejó derrotar. "Yo trabajé en las Fuerzas Armadas, una semana antes de ingresar a Policía me fui de baja, para ingresar a la Escuela...", justificó.
A pesar de su corta carrera en la escuela de suboficiales, Iván decidió que su deber con la patria no terminaba allí. Por el contrario, redobló su compromiso de apoyar a las fuerzas, pero esta vez desde la clandestinidad del voluntariado ciudadano.
Y lo hace todo sin cobrar un centavo. ¿Alguien, acaso, necesita un sueldo estable cuando puede satisfacer su vocación personal de proteger a los que les pagamos por protegernos? Además, según él, en este momento no tiene un trabajo fijo, lo que le deja el tiempo suficiente para asistir a estas actividades tan altruistas.
UN POLICÍA VOLUNTARIO
No obstante, lo que realmente marca la diferencia entre Cheang y otros ciudadanos de a pie es su capacidad para estar en el lugar adecuado en el momento justo.
Como ocurrió la semana pasada, cuando el youtuber libertario Fran Fijap fue escrachado, mamporreado y perseguido en una movilización en contra del veto a la ley de financiamiento universitario.
Ahí, en pleno caos, Iván se materializó frente a un local de empanadas donde Fijap buscaba refugio, cual guardián de la libertad de expresión y las tapas de humita. Un héroe en toda regla, aunque algunos malpensados lo tildaran de infiltrado.
"Estoy en apoyo a ustedes. Si hay alguno muy afectado por el gas avisenmé. Esta vez llegué tarde por eso quedé afuera del dispositivo, porque justamente venía de cursar en el IUPFA. Estoy cursando estudios de fotografía pericial", fue su explicación.
Ante la insistencia del periodista sobre si era realmente un policía encubierto, Iván respondió con elegancia: “No, no soy personal policial. Pertenecí a las Fuerzas Armadas, pero nunca me gradué en la Policía porque me sacaron por calumnias”.
"Me sacaron del curso por unas calumnias e injurias que nunca se pudieron comprobar, pero de hecho me sacaron del curso"
Una historia conmovedora, que explica perfectamente por qué decidió seguir ayudando, aunque desde afuera.
Si el altruismo de Iván no te impresiona lo suficiente, también es importante recordar que en sus ratos libres estudia fotografía pericial. Todo un hombre de cultura, preocupado por inmortalizar los momentos más cruciales de la justicia. ¿Y abogacía? Claro que sí. Aunque, lamentablemente, tuvo que abandonar la universidad pública por culpa del "adoctrinamiento".
ASÍ SE INVOLUCRÓ EN "EL CASO"
" Estaba haciendo abogacía en la universidad pública, me fui por el tema del adoctrinamiento que había, y bueno justamente ese día le mandé un mensaje a un conocido de Diputados, que me dijo 'ahora bajo esperame', entonces dije bueno voy a ver cómo está todo", sostuvo.
Es admirable cómo Iván siempre logra encontrar una excusa coherente para estar donde más se lo necesita, ya sea en una marcha, una protesta o un operativo de seguridad.
Sin ser parte de las fuerzas, claro está... Como un voluntario que nadie pidió, pero que todos necesitamos.
En fin, pocos hombres logran ser tan generosos con su tiempo como Iván Matías Cheang, un héroe de las manifestaciones modernas. Alguien debería nominarlo para algún tipo de reconocimiento, porque este tipo de voluntariado realmente no se ve todos los días.
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