Desarrollo urbano pendiente en Ezpeleta: Reflexiones desde el corredor Constitución-La Plata
Terrenos vacíos, inmuebles abandonados y poca oferta comercial. Ezpeleta y otras zonas necesitan una densificacion del entorno para tener desarrollo sostenible
En el más reciente envío del Newsletter llamado #UnaCalleMeSepara publicado por el medio digital Cenital, el periodista Federico Poore expuso una problemática que atraviesa a varias localidades del conurbano bonaerense, haciendo foco como referencia en la estación Ezpeleta, perteneciente al tren Roca.
La publicación que se anuncia como una manera de tratar temas de "Vivienda, movilidad y espacio público: datos, ideas e información para pensar nuestra vida en las ciudades", y se envía al mail de sus suscriptores, le dedico la última publicación del año a la urbanización de zonas aledañas a las estaciones de trenes de este corredor Constitución-La Plata, haciendo eje particularmente en Ezpeleta.
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Acompañado por Sebastián Welisiejko, exsecretario de Integración Socio-Urbana de la Nación, Poore analizó las oportunidades y desafíos de la densificación urbana en las inmediaciones de estaciones de tren.
El recorrido comenzó en la estación Constitución, epicentro del transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Según narra el propio autor, a las 17:02 abordaron el tren hacia La Plata, atravesando en poco tiempo Sarandí, Wilde, Quilmes y finalmente Ezpeleta.
Allí, el contraste es inmediato: una plazoleta tranquila, comercios dispersos y terrenos baldíos. Según Welisiejko, “la zona parece haberse congelado en el tiempo, con una baja densidad habitacional que contrasta con la infraestructura de transporte ya instalada”.
Un círculo vicioso de estancamiento
La baja densidad en Ezpeleta no es un caso aislado, sino un patrón que se repite en las estaciones que atraviesan las formaciones del ramal Constitución-La Plata.
En la mayoría de ellas pedominan viviendas unifamiliares, lotes vacíos y un comercio de baja escala, con una oferta nocturna prácticamente inexistente. “Vive poca gente, no hay actividades productivas significativas y la tierra tiene un valor reducido, lo que desincentiva la inversión”, explicó Welisiejko.
Esto genera un círculo vicioso: menos población implica menor interés municipal en la zona, perpetuando el estancamiento.
Sin embargo, según aportan, esta realidad podría revertirse con estrategias de densificación planificadas. Según el especialista, el Desarrollo Orientado a Transporte (DOT) es clave: “Estimular la construcción de viviendas y comercios cerca de corredores ferroviarios permitiría aprovechar mejor la infraestructura existente y acercar a más personas a oportunidades laborales y educativas”.
Infraestructura desaprovechada
Ezpeleta no es el único caso.
En Hudson, partido de Berazategui, se observa un fenómeno similar. Según Pablo Ramírez, ingeniero civil y vecino de la zona, y otro de los entrevistados por Poore, los códigos de edificación limitan artificialmente la densidad a un máximo de 150 personas por manzana, incluso en terrenos cercanos a la estación de tren. “En lugar de viviendas accesibles, las áreas están ocupadas por country clubs cuyos habitantes no usan el transporte público y se desplazan mayormente en autos particulares”, afirmó Ramírez.
Esto anula el impacto positivo de la inversión en infraestructura ferroviaria.
Soluciones posibles al desarrollo
Para revertir esta tendencia, es necesario un cambio en las reglas de zonificación, aseguró Welisiejko. Permitir construcciones de mediana altura (dos o tres pisos) y facilitar líneas de crédito podría incentivar a pequeños desarrolladores. “Es una manera de transformar inmuebles subutilizados en activos que generen valor para la comunidad”, comentó.
A esto se suma la necesidad de una intervención estatal más activa: *Mejorar las veredas, *implementar bajadas para discapacitados y, *mantener adecuadamente el espacio público, son pasos esenciales para hacer de estas áreas polos atractivos para vivir y trabajar.
El rol de la planificación política
El caso de Ezpeleta, relatado por Poore y sus entrevistados, muestra con claridad una falencia que a la vez podría transformarse en una oportunidad para el desarrollo en el conurbano bonaerense.
Con herramientas de financiamiento adecuadas, decisiones políticas valientes y la actualización de normativas desactualizadas, las zonas aledañas a estaciones de tren podrían convertirse en modelos de urbanización sostenible y conectada.
El desafío está planteado. Ahora, corresponde a las autoridades locales y provinciales tomar la iniciativa para transformar áreas como Ezpeleta en ejemplos de progreso y prosperidad colectiva.
(Fuente: Newsletter #UnaCalleMeSepara de Cenital, escrito por Federico Poore, con aportes de Sebastián Welisiejko y Pablo Ramírez.)
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