Política y Economía La Plata
"Y LAS ALITAS DE POLLO, VUELAN" El triste trueque en una carnicería de La Plata: "Te limpio el vidrio por un churrasquito"
Orlando, carnicero en La Plata, le contó a La Cielo cómo la crisis lleva a la gente a ofrecer limpiar vidrios a cambio de un churrasquito para sobrevivir
En el programa "Gente Despierta" de La Cielo, este martes Martín Strilinsky y la movilera Amparo conversaron con Orlando, un carnicero de la zona de La Granja, en las afueras de La Plata, quien relató la dura realidad que enfrenta a diario debido a la crisis económica que afecta cada vez a más personas.
La carnicería, ubicada en la intersección de avenida 32 y calle 138, se convirtió en un "refugio" para muchas personas en situación de necesidad que buscan un poco de carne para subsistir.
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TRUEQUE Y "MANGUEO"
Según comentó Orlando, cada día entre 10 y 15 personas se acercan a su carnicería para pedirle alimentos. "Te piden que les regales algo, que haya sobrado o que no hayas vendido", cuenta el carnicero, quien, con un tono apesadumbrado, mencionó que muchos de los que solicitan ayuda son jubilados que no logran cubrir sus necesidades básicas.
“Te dicen ‘te limpio el vidrio por un churrasquito, algo’, y vos por la cara te das cuenta que es un jubilado al que no le alcanza”, expresó.
El relato de Orlando deja al descubierto una realidad cruda y triste: personas que, aunque bien vestidas, se acercan con vergüenza a pedir comida.
El carnicero subrayó que "es gente bien, vestida, vos lo mirás de los pies a la cabeza y no parece que van a venir a manguear".
La situación es tan crítica que incluso los niños que salen del jardín de infantes cercano a la carnicería llegan con hambre, y Orlando y su equipo tratan de encontrar algo para ofrecerles, aunque sean alitas de pollo, "que literalmente vuelan por ser lo más barato", según sus palabras.
El testimonio de Orlando es uno más de tantos que describen con crudeza y realismo la situación de muchos comerciantes en áreas periféricas de grandes ciudades como La Plata, donde el impacto de la inflación y la pobreza se siente con fuerza.
La baja en las ventas de carne no es el único problema que enfrentan, sino que también deben lidiar con la demanda constante de personas que ya no pueden costear alimentos básicos.
La historia de esta carnicería es un emergente del impacto social de la crisis post devaluación, aumento de tarifas, naftas y transporte, que golpea tanto a quienes viven en situación de vulnerabilidad como a los pequeños comerciantes, quienes día a día deben adaptarse a una realidad cada vez más desesperante.
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