Marca de preservativos lanzó campaña que critica el "no hay plata" de Javier Milei

Es una mezcla entre publicidad, sexo y política que se podría definir como "La Primavera Económica de Tulipán". Es que este Día de la Primavera, una nueva campaña publicitaria está generando revuelo en las redes sociales porque la marca de preservativos argentina Tulipán, en colaboración con Zurda Agency y Retina, lanzó una estrategia comercial atrevida bajo el lema “El sexo reactiva la economía”, una frase provocadora que busca vincular la intimidad con la recuperación económica del país, apelando a las dificultades actuales para incentivar el consumo.

La campaña no solo llama la atención por su tono humorístico y picante, sino por su trasfondo político. Al parecer, este anuncio también lanza un dardo directo hacia un segmento de la población que respalda fuertemente al actual presidente Javier Milei: los llamados “incels” (celibes involuntarios), muchos de los cuales se asocian al movimiento libertario.

El subtexto de la campaña sugiere una crítica a este grupo, que, bajo un discurso de austeridad y ahorro, se distancia del consumo activo que Tulipán promueve con su plataforma por no tener habitualmente sexo.

EL SEXO CÓMO MOTOR DE LA ECONOMÍA

Con la llegada de la primavera, estación que tradicionalmente simboliza renacimiento y vitalidad, la marca de preservativos plantea que también es el momento ideal para reactivar la economía.

La lógica detrás de su campaña es simple y directa: para tener relaciones sexuales, en muchos casos se requiere invertir. Desde una cena romántica, hasta ropa nueva, o incluso un corte de cabello para mejorar la imagen, todo forma parte del proceso de seducción.

Con este razonamiento, Tulipán pone en marcha una plataforma que ofrece descuentos y beneficios en más de veinte marcas de distintos sectores como gastronomía, moda, estética, entretenimiento y delivery.

“El día de la primavera es un clásico para la marca, pero sentíamos que teníamos que recuperar algo del tono más picante y divertido de otros años", explicaron desde Zurda.

"Nos encontramos con el razonamiento absurdo, pero interesante, de que para tener sexo, hay que gastar, y que en todo caso, lo hagamos por la economía del país”.

Este enfoque irónico y desfachatado, acompañado de beneficios tangibles para los consumidores, trata de hacer frente a un escenario económico adverso donde el gasto es cada vez más difícil.

Así, la marca convierte la intimidad en una excusa para incentivar el consumo, en un contexto donde el "no hay plata" y una escenificada austeridad son promovidos por sectores políticos afines al libertarianismo.

CRÍTICA A LOS “INCELS" Y AL DISCURSO LIBERTARIO

El trasfondo político de la campaña está siendo interpretado como una crítica indirecta a los "incels" (celibes involuntarios), muchos de los cuales apoyan el movimiento libertario y sus ideales de bajos ingresos y restricción del gasto.

Este grupo, con gran presencia en redes sociales, habitualmente defiende posturas que desincentivan el consumo y promueven un discurso económico que prioriza la acumulación de capital por parte de empresarios en detrimento de las clases populares.

En contraste, Tulipán promueve una narrativa que enfatiza la importancia de gastar, consumir y disfrutar para mover la economía.

El lema de Milei, “No hay plata”, sigue resonado entre sus seguidores y alimenta una cultura de desfinanciamiento extremo, una postura que la compañía de preservativos desafía con su promoción del consumo como herramienta de revitalización económica.

La campaña parece, de manera sutil, trazar una línea entre quienes promueven el "no hay plata" extremo y los que, como Tulipán, creen que el consumo es una vía esencial para mejorar la situación económica del país.

LA PRIMAVERA DEL CONSUMO

La propuesta se presenta como una solución creativa a un problema económico tangible. En un presente donde la inflación y la crisis económica afectan profundamente los hábitos de consumo, la marca busca ofrecer un respiro, invitando a los consumidores a disfrutar con responsabilidad, pero también a gastar.

La campaña se comunica tanto en vía pública como en plataformas digitales, llevando el mensaje a un público masivo.