Estudiantes y Domínguez: el nuevo escenario de la renovación a partir de las dudas del DT
Al contundente respaldo de Verón / Gorostegui, Domínguez respondió con dudas sobre su futuro. El trasfondo en Estudiantes de las charlas por la renovación
Por Federico Bueno
La conferencia de Domínguez todavía retumba en la sala de prensa de UNO. Todos en el mundo Estudiantes saben perfectamente quienes son los protagonistas de esta historia, y entre ellos, con las particularidades de toda relación, qué cosas por mas honestas y transparentes que sean, pueden poner en peligro la continuidad del exitoso ciclo de Eduardo Domínguez al frente del plantel, y el DT ayer abonó esa posibilidad.
Al contundente respaldo de Sebastián Verón en Cielosports Radio el viernes pasado, le sobrevino una respuesta de Domínguez llena de incertidumbre sobre su futuro. O al menos, no se animó a responder del mismo modo categórico con el que el presidente del club había asegurado que “el proyecto 2025 tiene que ser con Dominguez”.
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Más aún, en esa misma entrevista, Martín Gorostegui se deshizo en elogios para describir una relación poco menos que idílica entre el DT y Estudiantes: “Estamos hecho el uno para el otro: Estudiantes y Eduardo. Nos ordenó, nos puso en foco. No sólo por los logros, sino por la forma. Nos queremos mucho. Tenemos una relación muy cercana. Tenemos la misma visión del mundo. Vamos a hacer todo lo que está a nuestro alcance para siga siendo el entrenador“. Pero en el fútbol, no es novedad, no alcanza con expresiones de deseo, y a Domínguez lo inundan muchas de las dudas que habitualmente habitan en los entrenadores, ahora con condimentos especiales del caso “Estudiantes 2025”.
Un poco de historia: Angeleri actor clave
Para hacer solo un poco de historia vale recordar que Estudiantes pensó en Domínguez un par de veces antes de contratarlo. Agustín Alayes, hoy secretario técnico de Peñarol, se había reunido personalmente con Domínguez para conocerlo en profundidad. Pero recién un par de años después, en marzo de 2023, en la primera medida 100 x 100 Angeleri, el Barba desembarcó en el Pincha. Angeleri y Domínguez se conocían de Nacional. Y el DT vino a corregir el rumbo de un barco que Balbo había puesto a la deriva, no solamente por lo estrictamente futbolístico, sino especialmente en la gestión humana de un plantel plagado de referentes. Domínguez, en sentido contrario del distante método Balbo, se apoyó en los jugadores, y construyó una sólida relación que lo condujo a dos títulos en pocos meses.
El primero, increíblemente, sin haber cruzado palabra con Juan Sebastián Verón. El propio JVS lo reconoció en CielosportsRadio: “no nos habíamos cruzado hasta los festejos. No fue meditado, pero yo necesitaba tomar distancia del club”. Un hecho inédito en la vida contemporánea, en donde la injerencia de Sebastián Verón en Estudiantes no fue solamente futbolística, sino que progresivamente pasó a ser total. Por citar un ejemplo, Verón acercó a Mauricio Pellegrino cuando el 11 todavía era jugador. Alejandro Sabella lo describió como el hombre más preponderante en la historia de Estudiantes. Y fue desde su regreso en 2006 el actor principal en la vida del club. Dimensionar que un entrenador de Estudiantes ni si quiera se cruce una sola vez con JSV para definir cuestiones deportivas en ningún momento, es al menos difícil de imaginar. Pero sí fue.
Ese dato es historia, pero sirve para sopesar la importancia de los otros actores: Gorostegui (presidente en el primer título de Dominguez), y principalmente Marcos Angeleri, que en esta trama cumple un rol determinante. Angeleri llevó adelante su primera gestión pura sin el paraguas protector de Verón, y con la inevitable sombra de una figura como la de Alayes, que además de ser muy querido, en la rutina de Estudiantes era mucho más que un secretario técnico. De hecho, la vuelta del Flaco sonó varias veces, pero finalmente no quisieron exponer el proceso a un doble comando. Más aún, cuando sonó fuerte el posible alejamiento de Angeleri por octubre de 2023, rápidamente se dijo que el peligro de ese supuesto movimiento podía llevar aparejada la renuncia del Barba. La sangre no llegó al río, pero así de fuerte es esa relación, y por ello la injerencia de Angeleri en este caso es vital.
La conferencia de Domínguez y los condicionantes para Estudiantes
Pero no es lo único, y probablemente tampoco sea lo más importante. ¿Por qué a semejante declaración de convicción de las autoridades del club, Domínguez respondió con la misma cuota de respeto, honestidad, e incertidumbre sobre su futuro?
Esta semana este medio adelantó que Domínguez tiene dos ofertas muy tentadoras para dirigir en el exterior: México y Brasil. Que al vigente DT bicampeón del fútbol argentino lo vengan a buscar de una economía más robusta no sería noticia. Es lógico que un entrenador joven como Dominguez, con tres títulos en su haber, cómodamente ubicado entre los top 5 de la Argentina, y con proyección, reciba ofertas tentadoras. La novedad es que esta vez duda en serio. Y en la conferencia de ayer puso sobre la superficie las de cal y las de arena…
Fue respetuoso como siempre: “Soy agradecido al club, como me cobijó, me dio la oportunidad de desarrollarme y de poder crecer. Agradezco mucho las palabras del otro día del presidente, de Sebastián…si él cree realmente que para el cambio que quiere generar el club, yo soy la persona indicada, y él confía en mí para estar al frente de esa situación, yo voy a estar”. Declaró con honestidad: “hay tiempos, no me desespera, el club lo sabe, lo tiene claro”. Hasta reconoció sin que nadie le preguntara que “si en algún momento hubo una situación de incertidumbre, puede ser, después enseguida es tirarla al costado y enfocarse en el día a día para ver qué le ofreces al grupo de jugadores…”, y al mismo tiempo instaló una duda gigante sobre su futuro: “…no va a ser fácil…no va a ser fácil la negociación… En lo que vemos para adelante fui claro: no necesito especular…nosotros no especulamos, no busco ni especular ni jugar a la escondida…” Cuando tengamos más claridad en muchos sentidos seguramente ahí decidiremos las dos partes como continuar, o no…la verdad no lo sé…” El contraste entre las declaraciones de Verón/Gorostegui con las de Domínguez son notorias. La contundencia de unos y las dudas del otro son elocuentes.
Nuevo escenario, otros representantes, y Foster Gillett
Sin embargo entre los dirigentes de Estudiantes no hay sobresaltos. Otros tiempos y otros actores, dan cuenta de una renovación de Sabella campeón 2009 en la que el ex entrenador de la selección sólo se preocupó por mejorar el contrato de sus colaboradores. El de Sabella fue el mismo. De estar viendo la tele en la casa a campeón de la Libertadores, nada había cambiado a la hora de negociar. Pero comparar a cualquier persona con Sabella es injusto para cualquiera que se ponga enfrente. Sabella es la excepción, y hoy Domínguez se acerca a la regla.
Eduardo Domínguez firmó un primer contrato en un contexto en el que debió adecuarse a la situación económica de Estudiantes. Más puntualmente al condicionante de la rescisión de contrato de Balbo. El club debía afrontar un par de cuotas pesadas, y al mismo tiempo contrataba otro entrenador. Luego vino un reconocimiento por el título (premios mediante), y más tarde una renovación, en diciembre de 23, que ya fue dura y vale como referencia para la que viene.
Aquella fue con Juan Berros, representante entre otros de Marcelo Gallardo, quien falleciera en mayo del 24. Hoy la continuidad de esa empresa de representantes está en manos de los hijos de Berros. Pero también aparecieron otros actores en la escena, que le ponen un nuevo ingrediente a la futura negociación, el cambio de interlocutor, ya que el Barba delega por completo la discusión de su contrato en quienes lo representan legalmente.
La otra modificación radical del escenario virtual es Foster. Domínguez lo introdujo en el análisis públicamente en la conferencia: “si él (Verón) cree realmente que para el cambio que quiere generar el club, yo soy la persona indicada, y confía en mí para estar al frente de esa situación, yo voy a estar. Si creen realmente que tengo que estar al frente del cambio, a mí personalmente me entusiasma.” Pero además de la convicción hace falta contemplar algo medular. Una cosa es el mercado de pases con Gillett inyectando dinero para competir en serio en la Libertadores, y otro muy distinto es sin ese elemento determinante que cambia cualquier ecuación. Y en ese sentido, más allá del resultado de las negociaciones que el club tiene con el inversor y de la ansiedad que semejante desembarco genera en muchos, en el departamento de fútbol se repite frecuentemente que “el orden ha sido el criterio rector de la gestión. Siempre. Con o sin dinero, pero ordenados”.
Las primeras charlas la primera semana de diciembre
En ese escenario la dirigencia pincha quiere iniciar una charla formal por la renovación de contrato antes de la final del 21. Más puntualmente en la primera semana de diciembre. Con ese dogma innegociable, y con el acuerdo con Foster Gillett posiblemente sin resolver, Estudiantes sabe que habrá recambio en el plantel, entradas y salidas, y que la premisa es renovar a Domínguez con una lógica mejora de contrato, y con la contundencia de aquellas declaraciones de una semana atrás, pero sin locuras, y dejando de momento de lado la hipótesis del desembarco multimillonario del magnate estadounidense. “Nunca nos hemos enamorado de ningún jugador, ni de ningún entrenador. No nos vamos a sobre girar. No nos vamos a poner el club de sombrero”, repiten los directivos de la mesa chica cada vez que se habla de economía y finanzas, conscientes de que el orden de los últimos diez años puede cambiar con una mala jugada.
Así las cosas, con nuevos interlocutores, actores virtuales, a un mes exacto de la final del 21, y la Libertadores del 2025 en el horizonte, Estudiantes encara la semana próxima la renovación de su entrenador estrella.