ESCENARIO COMPLICADO

Elecciones UCR: El arma secreta de Posse que preocupa a Abad

El domingo, la UCR irá a las urnas para elegir nueva conducción. El oficialismo desconfía del "arma secreta" de Gustavo Posse, un barón de "boina blanca".

Con unos 650 mil correligionarios habilitados a sufragar, la UCR bonaerense irá a las urnas este domingo para elegir su nueva conducción.

En un rincón, alineado con el oficialismo partidario de Daniel Salvador, aparece Maximiliano Abad, diputado marplatense y jefe del bloque oficialista en la Cámara Baja bonaerense. Su lista se llama Adelante Buenos Aires.

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En el otro rincón asoma Gustavo Posse, intendente de San Isidro con dos décadas en el poder y el muy bien ganado mote -aunque poco aplicado a él- de "barón del Conurbano". Su escudería es "Protagonismo radical" y propone plantársele al PRO para continuar con Cambiemos.

A priori, el escenario pinta parejo. Abad tiene el apoyo mayoritario de las figuras del radicalismo: gobernadores, intendentes, legisladores y figuras históricas se alinean detrás de una propuesta que es "Cambiemos friendly".

Pero el retador tiene un arma secreta, digna del repertorio de los viejos caciques peronistas, hoy en extinción: el "aparato" político.

El reinado de Posse se asienta en la primera sección electoral, Conurbano norte, donde residen 250 mil afiliados, es decir el 38 por ciento del Padrón. A la Provincia de Buenos Aires se la llama "madre de las batallas" porque acapara esa misma proporción del voto nacional.

Sólo en San Martín, dominio de Walter Carusso, mano derecha del Intendente de San Isidro, hay 30 mil afiliados, equivalente a la cantidad que hay en todo el sudoeste bonaerense -sexta sección- o en el norte provincial -segunda.

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UCR: Uno de los últimos actos de Gustavo Posse fue en un club de San Martín. 

UCR: Uno de los últimos actos de Gustavo Posse fue en un club de San Martín.

Dato de interés: Carusso fue cuestionado más de una vez por su supuesta cercanía a la barra brava de Chacarita Juniors, ya que fue dirigente de ese club.

En la tercera sección, Conurbano Sur, con 186 mil afiliados, la única que puede hacerle sombra a la primera, el possismo también tiene jugadores. Eso significa que Posse tiene "a mano" 430 de los 650 mil votos en juego. Demasiada tentación para alguien que no le hace asco a las "malas artes".

"Puede pasar cualquier cosa, incluso que hagan votar a gente afiliada a otros partidos. Vas a ver que salen votos de abajo de las baldosas", se atajan los dirigentes "abadistas" en el interior.

Lousteau versus Manes, el duelo de los que no juegan

Cuando comenzó la campaña, los cuarteles de Protagonismo Radical planteaban como estrategia ganar por mucho en el Conurbano y perder por poco en el interior. Hoy esa idea se trastocó y la lista va por todos.

La diferencia la hizo Martín Lousteau, que acompañó a Posse en su bajada a las secciones de "tierra adentro". Losteau y Posse tienen mucho en común. Por ejemplo, que fueron kirchneristas. Lousteau fue ministro de Economía de la Nación y responsable del conflicto del campo en 2015. Posse fue kirchnerista, massista y si volvió a la UCR fue porque el PRO le abrió la puerta de Cambiemos.

Para los afiliados a la UCR parece cosa del pasado. Incluso en "Adelante Buenos Aires" admiten que la figura de Lousteau genera atención y complica la tarea de ganar por mucho que se plantearon para equilibrar el peso del Conurbano.

Por eso desempolvaron el nombre de Facundo Manes para que sea una especie de "contrafigura". Manes, Facundo, no es candidato, pero sí su hermano, Gastón. Hoy, el nombre Manes aparece en los pasacalles incluso antes del de Maximiliano Abad.

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Interna de la UCR: Manes y Lousteau están pero no juegan

Interna de la UCR: Manes y Lousteau están pero no juegan

Un papelón, a la vista de propios y extraños.

En los cuarteles generales de San Isidro lo interpretan como una movida desesperada. En Adelante Buenos Aires se preguntan si haber posicionado a Abad fue una buena idea. Es que el marplatense nunca ganó una elección en solitario.

De hecho, en su distrito, la UCR no gana desde 2007, a pesar de que Juntos por el Cambio gobierna desde 2015. A los radicales marplatenses los amargó primero el escandaloso Carlos Arroyo y después Guillermo Montenegro, cuyo último antecedente electoral era justamente una derrota frente a Gustavo Posse, cuando intentó ser intendente de San Isidro.

"No entiendo por qué no pusimos de candidato a un intendente", cuestionan dentro del Comité Provincia, temiendo un pronto desalojo.

Aparatos, padrones y Córdoba

Tradicionalmente, a las urnas suele concurrir el 10 por ciento del padrón electoral radical. En Buenos Aires se ilusionan con lograr una participación récord, de entre 20 y 25 puntos. En números concretos, eso significa que entre 65 y 160 mil afiliados podrían concurrir a votar.

En Córdoba, hace menos de una semana, también se ilusionaban con una alta participación. No se dió. También se hablaba de una segura victoria del espacio que conducen Ramón Mestre y Mario Negri. Tampoco pudo ser.

Es que el resultado todavía no es oficial y se habla de una diferencia muy estrecha respecto de Rodrigo De Loredo, el candidato que impulsaba Lousteau y que hasta cinco días antes de los comicios estaba impedido de participar.

En Buenos Aires se agarran la cabeza. Saben que, si se da, el triunfo de Mestre y Negri será pírrico y Lousteau quedará fortalecido. Ni hablar de lo que puede pasar si la victoria le queda a De Loredo.

Y ya se preparan para un escenario igualmente parejo en la provincia más importante del país. El possismo confía en su arma secreta. El abadismo se llena de dudas.

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