Lo que debía ser un tranquilo viaje por la avenida Calchaquí, desde Quilmes hasta Florencio Varela, se convirtió en una situación tan insólita como cómica para una familia del Gran Buenos Aires. Mientras transitaban en su vehículo paralelos al Metrobús, una rata decidió hacer del espejo lateral y el capot del automóvil su pasarela personal, y lo que comenzó como una simple sorpresa se transformó en un auténtico caos dentro del coche.
Una rata viajando “lo más pancha” en un auto entre Quilmes y Florencio Varela
SUCEDE EN PARÍS, ¿POR QUÉ NO EN FLORENCIO VARELA?
El hijo, con una mezcla de sorpresa y diversión, fue el primero en percatarse del inesperado pasajero: “¡Mirá, una rata, una ratita!”, exclamó, mientras la madre, completamente aterrada, no podía dejar de pedir auxilio. “¡Ay, sacala, Nico, por el amor de Dios, por favor!”, suplicaba, mientras el roedor se paseaba con total desparpajo sobre el retrovisor y el capot del auto.
“Pero, ¿cómo querés que la saque?”, respondió el hijo en un tono que a muchos les recordó a cuando Ricardo Fort reprendía a su madre Marta. Entre risas nerviosas, mientras la mujer, visiblemente preocupada, gritaba: “¡Ay, me va a entrar por la rueda!”.
A pesar de la angustia de la madre, el hijo trataba de tranquilizarla: “En cualquier momento sale”, decía con cierto tono de calma y risas contenidas, pero también de incredulidad ante la situación tan surrealista que estaban viviendo.
“MADE IN” CONURBANO
Finalmente, la rata terminó su paseo saltando al cantero del Metrobús, dejando atrás un rastro de tensión y risas nerviosas entre los pasajeros del auto.
Lo que parecía ser una travesía rutinaria entre Quilmes y Varela se convirtió en una historia inolvidable para esta familia, que seguramente, después de todo, no podrá dejar de reírse al recordar cómo una rata los acompañó en su camino.