A través de las redes muchos usuarios reiteran su cólera al ver una publicidad que desde finales del año pasado tiene una alta rotación en las tandas televisivas. Se trata del comercial denominado “Que lindo cuando la ves” del BBVA (ex Francés), en el que un hombre de anteojos va solo en un bote por uno de los lagos de Palermo bebiendo en una taza y enorgulleciéndose a través del relato de sus pensamientos, como si fuera un gran logro propio, el haberse dado cuenta de lo útil de convertirse en cliente de esa empresa financiera.
“Al bobo del banco me dan ganas de trompearlo a mi solo, o uds son normales?” , se pregunta un usuario de Twitter, y las cientos de respuestas demuestran que no es el único al que le provoca ira esa publicidad.
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“Marchemos hacia el lago, somos muchos más que dos. Que ganas de ahogarlo”, responde otro, para que luego un tercero sume: “Pobre tipo, se gana el mango. Al que hay que ahogar es al ‘creativo’ y al banco que lo aprobó”, aportan también defendiendo al actor que representa al cliente del banco en la publicidad y atacando a la agencia que la ideó. Al tiempo que otro twitero más abona esta especie, cuando dice: “ellos consideran a su público estúpidos….”.
Cuando le apuntan a ‘los creativos‘ que cranearon el corto publicitario hablan de la agencia BBDO Argentina cuyos responsables son Christian Rosli y Joaquín Campins, Yago Fandiño y Mathias Harbek, además de Gustavo Gitmanabitch y Emilio Yacon.
Sus argumentos para defender el corto son, según sus propias palabras: “Cuando la agencia empezó a trabajar con BBVA, nos dimos cuenta que este es un banco que ofrece productos y servicios distintos al resto. Por eso apostamos por la tranquilidad que da tener las cuentas ordenadas y que por este atributo podés sacarle un plus a tu dinero. Fortalecer tu salud financiera sin intermediarios, solo mirando tu celu. Pero también tocamos ese sentimiento de ventaja de estar antes en un lugar donde el resto todavía no llegó. De sentirte orgulloso porque estás haciendo las cosas bien y así fue como se llegó al Qué lindo cuando la ves”.
En realidad el spot busca, de acuerdo a como lo pensaron sus creativos, demostrar en forma ‘divertida y relajada’, “la facilidad de la experiencia del usuario con la app y cómo, en control de sus finanzas les permite estar tranquilas y disfrutar”.
Sin embargo la recepción del aviso parece distar mucho de lo anhelado por sus pergeñadores.
La imagen que demuestran tener del protagonista quienes se expresan en redes es la de un hombre mediocre que cree “cancherearla” por el simple hecho de convertirse en un cliente más, como si eso lo erigiese en un “elegido“, “iluminado“, o “alguien más inteligente y perspicaz que el resto de los argentinos”; remarcando la aspiracionalidad del ciudadano promedio.
Quizás sea el tono de superado del protagonista, el chiste de “sentirse más libre que en el cruce de las calles Libertad y Libertador“, o el trasfondo de la jactancia de que siendo un simple usuario de un banco, se lo muestra como si se tratara de un ‘experto en finanzas‘, lo que choca a tantos espectadores.
La realidad, de acuerdo a comentarios en redes sociales, es que a miles de argentinos la idea de esa publicidad del banco, más que acercarlos a él, parece significarles un deseo compulsivo por romper el televisor cuando aparece.
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