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La nota de La Nación que defiende a un asesino

Asombro y estupor causó una nota de La Nación en redes porque justifica a un asesino por matar a su empleado al tener que vender dólares para pagar su sueldo

El dueño de una pizzería toma una barreta y golpea en la cabeza a su empleado hasta matarlo. Entierra su cuerpo en un contrapiso que construye para tal fin y quema el auto de la víctima para ocultar pruebas. Así de fácil sería narrar la nota periodística sobre un hecho policial con una víctima y un victimario confeso luego de la investigación policial.

Pero no.

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El diario La Nación decidió que el victimario, el propietario de la pizzería, en realidad era víctima de la circunstancias y quiso suavizar su culpa para que todo sutilmente apunte al gobierno y su manejo de la Pandemia.

¿Cómo puede conseguir eso en un tema policial? Muy sencillo. El idioma castellano nos da miles de variantes para decir lo mismo haciendo interpretar otras cosas.

Desde ayer fue tendencia en redes una crónica policial escrita por Gustavo Carbajal en el diario de los Mitre/ Saguier por un primer párrafo en el que prácticamente "justifica" ese crimen debido a que el asesino confeso y dueño de la pizzería, estaba (SIC, literal como dicen los jóvenes, o entre comillas como se hace en el periodismo gráfico) "cansado de vender dólares que había ahorrado para pagarle los sueldos atrasados, el aguinaldo y las vacaciones".

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La nota benévola hacia el asesino de la pizzería

La nota benévola hacia el asesino de la pizzería

Así inicia la crónica que ni bien publicada se convirtió en tendencia ante los absortos ojos de quienes leían un artículo que, desde el comienzo se disponía a atenuar la culpa de quien tomó la barreta, golpeó y mató a su empleado, el cual había ido pacíficamente a reclamarle, y luego construyó un contrapiso, lo enterró, quemó su auto y ocultó el macabro crimen hasta que lo descubrieron y confesó con lujo de detalles.

Claro que no todos los ojos de los lectores quedaron absortos, patitiesos y estupefactos al leer la nota de La Nación. Sus habituales comentarios debajo del artículo online daban cuenta de que Carbajal, su autor, entiende bien para que público escribe.

La gran mayoría culpaba al gobierno nacional por "llevarnos a este grado de locura con la cuarentena y las medidas que impiden los despidos", lo cual para ellos indujo al "pobre asesino dueño de la pizzería a tomar la drástica decisión de matar a su quejoso empleado porque se estaba descapitalizando de los dólares que tanto le había costado ahorrar".

https://twitter.com/sebrobles/status/1339220343949496327

La mayoría de los lectores del más que centenario matutino compartían la visión condescendiente hacia el propietario de la pizzería y no veían como única víctima a su empleado, sino que creían que "ambos" eran víctimas de las decisiones de "un gobierno que lleva a la gente (como por arte de magia) a ese nivel de desquicio asesino".

Los atenuantes que esgrime el autor del artículo no finalizan en ese primer párrafo. En el segundo coloca otras frases insistiendo en, las que cree son, las verdaderas razones del rapto de locura del matador: "Debido a las dificultades económicas que atravesaba su negocio por la pandemia, el acusado que habría sido identificado como Daniel Mieres (el nombre realmente es Luis) , tuvo que recurrir a vender los dólares que tenía ahorrados". Aquí también da a interpretar que el asesino de la pizzería se vio forzado a perder su capital por culpa de la situación económica y, sin exculpar del todo, justifica la reacción homicida del autor por su situación de tener que desprenderse del capital ahorrado para afrontar los pagos a sus empleados.

Más adelante en el artículo, cuando debe referirse a la consecución de la causa, la forma verbal que utiliza también sorprende por lo suave que es hacia la pena que la fiscal debería pedir para el asesino. Textualmente escribe Carbajal: "luego de escuchar las explicaciones de los imputados y de revisar las pruebas incorporadas en el expediente, la representante del Ministerio público de Morón decidiría cuál sería el temperamento que adoptaría con respecto a los acusados".

La nota nunca usa condena, ni pena, ni acusación, ni carátula sino que dice "temperamento" como condicionando a que la fiscalía debería poner en la balanza el atenuante, que para el diario y sus lectores, es la presión del "pobre empleador que tuvo una reacción violenta por culpa de un gobierno que lo asfixió a él también".

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Otro fragmento de la nota benévola para con el dueño asesino de la pizzería

Otro fragmento de la nota benévola para con el dueño asesino de la pizzería

https://twitter.com/lavronsky/status/1339025226806521857

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