Lo que empezó como un berrinche tierno en el asiento trasero de un auto terminó en un auténtico episodio histórico (y dulce) digno de TikTok. Guillermina, la nena cordobesa de tres años y medio que soñaba con invitar a Manuel Belgrano a jugar a su casa, finalmente cumplió su deseo… y con churros incluidos.
Si algo enseñó esta historia es que, para la infancia, lo imposible solo tarda un poquito más. Después de aquel primer video viral —donde la pequeña, entre sollozos y caprichos, exigía la presencia del creador de la bandera en su living—, su papá, Álvaro Fraiz, se las ingenió para calmar las aguas.
Primero vino la célebre videollamada desde Tucumán, en la que un Belgrano de uniforme impecable prometió visitar Marcos Juárez, Córdoba. Pero lo mejor estaba por venir.
La misión de conocer a Belgrano
Y llegó. El flamante Manuel Belgrano, en versión doble histórico, apareció en la casa de Guillermina vestido con casaca azul, galera y mirada solemne… aunque dispuesto a bajar el sable y entregarse a los juegos infantiles.
En el video, se lo ve entrar saludando con un “¡Viva la patria!” mientras Guillermina se queda boquiabierta, mitad incrédula, mitad fascinada. Un sueño hecho realidad.
El prócer y la pequeña patriota se pusieron a armar un rompecabezas con la bandera argentina, en una postal que hubiera emocionado al mismo Congreso de Tucumán.
Entre piezas azules y blancas, se escuchan las risitas de Guillermina, quien se toma muy en serio la tarea de explicarle a Belgrano dónde va cada parte. El doble, con una paciencia casi pedagógica, la sigue el juego mientras suelta frases como “¡Correctísimo, señorita patriota!”.
Una merienda patria inolvidable
Pero la jornada histórica no terminó ahí. Belgrano se sentó en la mesa familiar para compartir chocolate caliente con churros, gesto que no figura en los manuales de historia, pero que debería.
Mientras el prócer mojaba el churro en la taza, Guillermina le contaba detalles de su jardín de infantes, de la seño Cinthia y de cómo aprendió quién fue él. Todo, con la naturalidad de quien conversa con un amigo de toda la vida.
En otro tramo del video, Belgrano le regaló a Guillermina una escarapela gigante y le enseñó a decir “¡Viva la Patria!” con tono marcial. Guillermina, convertida ya en la patriota más famosa de TikTok, lo imitó al grito de “¡Viva!”, mientras el papá filmaba entre lágrimas y carcajadas.
La escena es tan cómica como conmovedora. Un prócer de la independencia sentado en una cocina moderna, rodeado de tazas rosas y dibujos infantiles, mientras una nena lo mira con devoción. Es la síntesis perfecta de cómo la historia, la familia y las redes sociales pueden fusionarse para crear momentos mágicos.
La repercusión en redes fue, otra vez, explosiva. Los usuarios aplaudieron la creatividad de Álvaro, el compromiso del actor que interpreta a Belgrano (posiblemente el mismo que aparece en la Casa Histórica de Tucumán) y, sobre todo, la ternura de Guillermina. “Denle un Martín Fierro a este Belgrano”, “Quiero a San Martín en el próximo episodio” y “Necesito que arme la Independencia con Playmobil”, fueron algunos de los comentarios más festejados.
Lo cierto es que, gracias a esta familia, Manuel Belgrano volvió a cabalgar por tierras cordobesas —aunque esta vez, además llegó en corcel y terminó en triciclo—, regalando un momento único que unió historia, humor y emoción. Y que demostró que, cuando un niño sueña con conocer a un héroe, siempre hay un adulto dispuesto a convertir lo imposible en realidad.
Mientras tanto, Guillermina ya avisó cuál es su próximo pedido: “Ahora quiero que venga San Martín… y que traiga caballos de verdad.” ¡Álvaro, andá preparando los uniformes y el chocolate!