En una entrevista con el periodista Federico Simonetti, Susy Shock, reconocida actriz, escritora, cantante y docente, compartió una anécdota que, más allá de lo cotidiano, revela profundas verdades sobre la realidad de vivir como una persona travesti o trans en nuestra sociedad actual.
Susy, quien se autodefine como una “artista trans sudaca“, logró con su narrativa y carisma transmitir un mensaje poderoso: la educación y el cambio social pueden surgir desde el cariño, la comprensión y el diálogo, en lugar de la confrontación.
Imperdible anécdota de Susy Shock, la artista que se define como ‘trans sudaca’
DIÁLOGO DE VOCES GRUESAS Y AGUDAS
La anécdota que Susy narró tuvo lugar durante un viaje de regreso a Buenos Aires desde Montevideo, donde mensualmente dicta un taller. A su llegada, subió a un taxi en el que el conductor, con una voz notablemente aguda, le respondió con un “perfecto, capo” cuando ella le indicó el destino.
Al ser tratada en masculino, Susy, agotada por el viaje decidió, según sus propias palabras, no hacer “pedagogía travesti” en ese momento y optó por observar la situación en silencio.
A medida que el taxi avanzaba hacia su destino, el intercambio de palabras entre ambos fue mínimo. Finalmente, al llegar cerca de su casa, Susy no pudo contenerse más ante el segundo “perfecto, capo“, y le preguntó al taxista si alguna vez había llevado a una persona travesti en su auto.
El conductor, algo sorprendido, respondió afirmativamente. Sin embargo, cuando Susy le cuestionó por qué la había tratado todo el viaje en masculino, su respuesta fue una mezcla de honestidad e ignorancia:
“Lo que pasa es que si te miro veo algo femenino, pero si te escucho, escucho un tipo”.
Lo que siguió fue un momento de autorreflexión para ambos. Con su característica voz grave y llena de matices, Susy le señaló al conductor que él mismo tenía una voz muy aguda, un detalle que parecía haber pasado desapercibido para él.
“¿Vos nunca te escuchaste tu voz?”, le preguntó al chofer.
La risa compartida y la respuesta del taxista, “tenés razón, qué guacha“, sellaron un instante de reconocimiento mutuo, donde las diferencias fueron expuestas de manera amigable y comprensiva.
Este relato demostró la capacidad de Susy Shock para transformar una situación potencialmente incómoda en una oportunidad educativa, además de profundizar su creencia de que ser travesti es como ser un espejo para la sociedad.
EDUCAR DESDE LO ‘TRANS’
A través de sus interacciones cotidianas, la anécdota de Susy permite ver que ella no busca enemigos, sino aliados en la comprensión de una realidad que muchos ignoran o prefieren no enfrentar.
En su opinión, la verdadera vanguardia está en la capacidad de las personas travestis y trans para dialogar, para llegar a aquellos que no comprenden y enseñarles, no desde la imposición, sino desde el entendimiento y la humanidad compartida.
Susy enfatizó la importancia de volver a hablar con aquellas personas que no están al tanto de lo que significa ser travesti o trans.
No son necesariamente personas malintencionadas, sino individuos atrapados en su propia ignorancia y prejuicios, generalmente inconscientes de las complejidades de su propia identidad de género. Para ella, la clave está en recuperar esos diálogos, en ir calle a calle, hablando con quienes aún no comprenden la diversidad de la vida humana.
El mensaje de Susy es claro: la educación no necesita ser confrontativa. Lo esencial es que todos, sin importar diferencias, entiendan que la vida de cada persona tiene un valor incalculable.
Con paciencia, humor y empatía, Susy Shock dejó en claro que es posible construir puentes hacia un futuro más inclusivo y comprensivo, donde el respeto por la diversidad sea la norma y no la excepción.