Tendencias Historias bonaerenses
HISTORIAS BONAERENSES 

El helado más alto del país se sirve en Acassuso 

Ubicada en la localidad bonaerense de Acassuso, partido de San Isidro, Via Flaminia sorprende con su helado gigante, de casi un metro de altura. 

La heladería Via Flaminia, situada en una pintoresca esquina de Acassuso, no invierte en publicidad ni tiene entre sus prioridades posicionarse en las redes sociales. Desde que abrió sus puertas hace casi 60 años, el boca en boca le bastó para convertirse en un ícono de Zona Norte. ¿Qué la distingue de cualquier otra heladería? El tamaño de su helado gigante, que llega a medir más de 70 centímetros de altura.

“Viene gente de muchas partes de la Provincia de Buenos Aires: de 9 de julio, Chivilcoy, 25 de Mayo, La Plata, Incluso también ha venido gente recomendada desde Ushuaia”, cuenta Sandra, la actual dueña de la tradicional heladería artesanal, en diálogo con INFOCIELO.

TE PUEDE INTERESAR

Antonio Capraro, su padre, había llegado a la Argentina en 1947 procedente de la región italiana del Véneto, en el noreste de ese país, y junto con Amparo, su esposa, inauguraron dos heladerías en Villa Ballester. La primera abrió sus puertas en 1960 y la llamó “Venecia”, rindiendo homenaje a la capital del Véneto.

El recuerdo de su tierra natal también estuvo presente cuando, cinco años después, adquirió una nueva heladería y la bautizó “Via Flaminia”.

Helado Acassuso.jpg

Para poder recorrer su imperio de punta a punta, hacia el año 312 a.C los romanos comenzaron a construir calzadas que conectaban las ciudades de todos los puntos de Italia. Entre esos caminos, que eran algo así como la versión antigua de lo que hoy se conoce como avenidas, estaba la Via Flaminia, ruta que conducía de Roma hacia Venecia y era la principal calzada del norte de Italia.

La heladería que lleva el mismo nombre, casualmente se ubica desde hace más de medio siglo sobre la Avenida del Libertador, una de las arterias más importantes de Capital Federal y de la Zona Norte del Gran Buenos Aires, donde funciona como eje vertebral del tránsito. Allí, en ese mismo local que Antonio Capraro fundó cuando tenía 38 años, se crio Sandra, su hija, quien hoy continúa el legado familiar.

“Aprendí a caminar dentro de la heladería. Incluso, muchas veces mi mamá no tenía tiempo de prepararme la mamadera, entonces me alimentaba a base de helado de crema americana”, comenta Sandra, quien califica como un mito la creencia de que los dueños de las heladerías se cansan de comer helado: “Yo soy adicta al helado”.

EL HELADO MÁS ALTO DE LA ARGENTINA

Según relata la dueña de la emblemática heladería de Acassuso, Via Flaminia “fue la primera heladería de la Provincia que abría todo el año, porque antes todas cerraban en invierno” y, como “la gente no estaba acostumbrada a tomar helado en esa época del año era muy aburrido”.

En uno de esos inviernos, donde no había mucho más para hacer que pelar nueces o atender de manera muy esporádica a algún cliente, el aburrimiento dio paso a la creatividad y a Antonio se le ocurrió una idea disparatada: hacer helados gigantes.

Heladería Acassuso helado Acassuso 2 .jpg

Los titánicos cucuruchos bañados revolucionaron a todo el barrio y continúan siendo hasta hoy la joya más preciada de Via Flaminia. Estas magníficas torres heladas cubiertas de chocolate alcanzan los 70 centímetros de altura, aunque Sandra asegura: “Estando tranquilos y teniendo tiempo, hemos llegado a hacerlo de un metro”.

¿Cómo se consigue ? Es extremadamente complejo, pero no imposible: los heladeros —o artistas— de Via Flaminia comienzan el procedimiento colocando sobre un cucurucho aproximadamente 300 gramos de helado, que van moldeando con una espátula para después ponerlo boca abajo, en una maniobra que parece desafiar las leyes de la física; luego, con suaves golpecitos estiran la crema hasta alcanzar la altura deseada y lo sumergen en chocolate líquido tibio; finalmente le dan un golpe de frío, colocándolo en un balde congelado para que el chocolate se seque.

helado Acassuso.mp4

La técnica se fue transmitiendo de los empleados más veteranos, quienes trabajaron en la heladería desde sus inicios, a los más jóvenes. Si bien los heladeros más grandes se fueron jubilando y dejaron de trabajar para no exponerse durante la pandemia, muchos de ellos siguen acercándose a la esquina de Av. Libertador 14699 porque ese lugar es como su segunda casa. “Somos como hermanos. Todos ellos son empleados de muchos años y somos una familia”.

Heladería Acassuso helado Acassuso 3.jpeg

Uno de los requisitos que establece la dueña de Via Flaminia a la hora de sumar personal es que los aspirantes a ocupar el puesto de despachantes de mostrador, no tengan experiencia previa en otras heladerías. “Nosotros tenemos otro tipo de palas para servir el helado, otras técnicas distintas a las que se usan en el resto de las heladerías”, explica Sandra y continúa: “Cuando un chico viene de otra heladería y sabe despachar, no aprende nunca a hacer un bañado”.

LA CLIENTELA: DESDE MAURICIO MACRI HASTA... ¿VITETTE SELLANES?

Así como varios de los empleados más antiguos siguen pasando por la heladería que fundó Antonio Capraro hace 56 años, también hacen lo mismo clientes que, si se tratara de un club de fútbol, tendrían su carnet de socios vitalicios.

“Los clientes de mi papá de sus primeras heladerías en Villa Ballester, todavía vienen acá a tomar helado”, indica Sandra y menciona: “Incluso hay uno que dice ‘yo soy el cliente más viejo de esta heladería porque, cuando empecé a tomar helado tenía 7 años’; otro le dice ‘no, el más antiguo soy yo porque tenía 4 años’”.

Heladería Acassuso helado Acassuso 2 .jpeg

La reconocida heladería de Acassuso se convirtió en la favorita de grandes y chicos, de turistas, de celebridades y hasta de figuras importantes de la política como el propio ex presidente Mauricio Macri. “La familia Awada era clienta nuestra desde hace muchos años, incluso antes de que la esposa de Macri lo conociera a él”, revela Sandra y agrega: “No hablo con ningún político de todos los que vienen. Cuando vienen acá vienen a estar tranquilos y yo respeto su espacio de intimidad familiar. Ningún político tiene una foto conmigo”.

Entre la extensa lista de personas públicas que pasaron por la heladería, está el nombre de uno de los ladrones más famosos de Argentina y Uruguay: Luis Mario Vitette Sellanes, cabecilla de la banda que elucubró y llevó a cabo el famoso Robo del Siglo en el Banco Río de Acassuso.

La sucursal del Banco Río que atracaron se encontraba apenas a tres cuadras de Via Flaminia y se cree que la heladería de la familia Capraro habría sido el lugar público que eligieron “el hombre del traje gris” y Fernando Araujo, el ideólogo del robo, para cranear el asalto.

Incluso Ariel Winograd, director de la película El robo del siglo eligió a la heladería de los cucuruchos gigantes como locación para grabar la escena en la que Araujo (interpretado por Diego Peretti) convence a Vitette (interpretado por Guillermo Francella) de dar el golpe.

Acassuso Heladería Acassuso - .mp4

“No puedo decir si es un mito o no porque yo no soy parte de esa banda, pero por lo que entiendo, fue así”, indica Sandra. Otra de las curiosidades es que en esa misma escena participaron como extras Norberto García Boslter, apodado "El ingeniero" y Rubén Alberto De la Torre, dos de los protagonistas reales del Robo del Siglo. Uno de ellos se dio el gusto de aparecer en segundo plano tomando un helado gigante bañado en chocolate.

TE PUEDE INTERESAR