A pesar de que el feriado se traslada al próximo lunes, hoy es el Día de la Soberanía Nacional y mucho tiene que ver la Provincia de Buenos Aires. Si bien la fecha fue recuperada en 1974 como celebración de lo sucedido en la famosa batalla conocida como Vuelta de Obligado en 1845, recién hace 10 años, para el bicentenario patrio, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo promovió como feriado no laborable. Y cada año muchos se preguntan ¿Qué pasó ese día histórico que merezca tal recordación, y porque durante tanto tiempo quedó olvidada para los argentinos?
Aquí una breve reseña realizada por el Archivo Histórico Provincial Dr. Ricardo Levene, para refrescar la memoria :
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El 20 de noviembre de 1845, en el río Paraná, cerca de San Pedro, en la Provincia de Buenos Aires, se desarrolló la batalla de la Vuelta de Obligado.
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Nuestro país aún se denominaba Confederación Argentina y se encontraba bloqueada por Gran Bretaña y Francia, bajo la excusa de la intromisión de Juan Manuel de Rosas, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, en la Guerra Grande de Uruguay, aunque el verdadero propósito que los invasores franceses e ingleses tenían era el de abrir el comercio para la navegación de los ríos interiores sin que nadie se lo restrinja.
Las dos principales potencias europeas, unificaron sus ambiciones con el envío de una gran flota. Sin embargo, en un recodo donde el río se hace más angosto, llamado Vuelta de Obligado, fueron tendidas tres gruesas cadenas sobre veinticuatro lanchones mientras en la costa se disponía una batería de cañones de un calibre mucho menor al que tenían las armas de los invasores.
La heroica resistencia comenzó en horas de la mañana y recién fue quebrada hacia al anochecer. Los anglo-franceses forzaron el paso y continuaron hacia el norte, por lo que se atribuyeron la victoria. Pero resultó un triunfo pírrico, es decir que no les sirvió para nada, porque los escasos buques anglo-franceses que quedaron con capacidad de navegar, fueron nuevamente atacados en el Paso del Tonelero y Angostura del Quebracho.
Quedó claro que era imposible navegar los ríos interiores sin tener autorización de la Confederación Argentina.
La persistencia en la defensa soberana del territorio nacional fructificó pocos años después, cuando Gran Bretaña y Francia reconocieron en la Confederación Argentina la plena soberanía de sus ríos interiores, devolviendo además la Isla Martín García y la flota capturada.
La memorable batalla marca un antes y un después en la historia de la Provincia de Buenos Aires y de la Argentina toda. Fue representada en infinidad de imágenes de todo tipo, se le erigió un monumento, y aunque cada vez va teniendo menos valor por la inflación y su inconcebible reemplazo por figuras de animalitos, también está representada en los ahora viejos billetes de 20 pesos, que llevan el retrato del brigadier Juan Manuel Rosas de un lado, y en el otro una imagen de esta batalla conocida como”Vuelta de Obligado”.
Otro dato interesante es que hace pocos meses un pescador descubrió restos de cadenas que podrían haberse usado en esa batalla.
A mediados de agosto un pescador halló restos de cadenas compatibles con las utilizadas en 1845 durante la batalla contra la armada anglo francesa. El hallazgo se dió a 50 metros del lugar a donde se encontraba el mogote original que sujetó las cadenas durante la batalla. Especialistas de la Universidad de Luján estudian el hallazgo, que quedó a la vista por la bajante pronunciada que tuvo lugar en el río Paraná.
Fue el “primer hallazgo in situ” de este tipo de restos, según el arqueólogo Mariano Ramos, a cargo de las investigaciones. De más de un metro de longitud, “es el segmento de cadena más largo encontrado”, explicó.
Cipayos contra la Provincia de Buenos Aires
También es recordado este día por la palabra “cipayos” en referencia al gran número de colaboracionistas locales que tuvo el ataque anglo francés, en especial de los unitarios de Buenos Aires, que para voltear el gobierno de Rosas y beneficiarse del comercio con las potencias foráneas, fueron capaces de ayudar ideologíca y fácticamente a los invasores, atacando a sus propias tropas.
A través de publicaciones periodísticas hechas en Montevideo y hasta un viaje del jefe de los unitarios Florencio Varela a Europa para menoscabar el poder de Rosas en la provincia y avivar un enfrentamiento armado en contra de su propio país y a favor de los intereses de las clases acomodadas, se difundían falsas noticias acerca de asesinatos y desapariciones en territorio de la Provincia de Buenos Aires. Pero eso no terminó allí. Al momento de la batalla, los unitarios recibieron apoyo de dos gobernadores, los de Santa Fe y Corrientes que junto al Paraguay sumaron tropas de 9 mil hombres a los invasores en detrimento de las milicias bonaerenses.
La historia marcó el triunfo final de la Provincia de Buenos Aires y fue un hito para las luchas por independizarse no solo de palabra sino también de hecho de la dominación de los máximos imperios de la época.
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