Un artículo de "Insider" elogia al sistema universitario argentino
Rara vez alguien originario de Estados Unidos habla de esta manera sobre el aprendizaje universitario en Argentina. Los sistemas a ese nivel pedagógico no podrían ser más antagónicos entre ambos países. Mientras allí los jóvenes ahorran desde niños para acceder a pagar la elevada tarifa de ingreso y anualidad del sistema privado, en las universidades públicas argentinas el ingreso y las cursadas no tienen costo para los estudiantes durante toda la carrera.
Por eso sorprendió que ningún medio de los llamados corporativos o hegemónicos de Argentina haya levantado o transcripto el artículo que en primera persona escribe una mujer nacida en Estados Unidos acerca de la formación universitaria en Córdoba en un medio de comunicación internacional.
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Allí la autora del artículo explica que su hija vive aquí desde los 4 años y decidió elegir cursar la facultad en nuestro país en lugar de seguir el consejo de su madre de hacerlo en la potencia mundial.
Sin embargo el final de la historia es sorprendente, porque la autora de la nota termina admitiendo que a pesar de las enormes diferencia entre una y otra formación, la academia en Argentina le brindó a su hija herramientas invalorables para lo que será el desempeño profesional y la vida adulta.
"Mi hija estadounidense va a la universidad en Argentina. Es gratis, pero no hay dormitorios ni planes de comidas", comienza explicando Leigh Shulman, quien firma el artículo.
"Mi hija y yo vivimos en Argentina y ella decidió ir a la universidad aquí en lugar de los Estados Unidos", aclara luego.
"Su experiencia universitaria fue muy diferente a la que yo tuve en los Estados Unidos.
Las universidades argentinas tienen un proceso de solicitud simple y matrícula gratuita, pero no cuentan con apoyo en el campus", remarca la mujer que vive desde hace años entre nosotros.
"Nos mudamos a Argentina cuando mi hija tenía 4 años. Pensé que Lila volvería a los Estados Unidos para la universidad, pero cuando llegó el momento, decidió quedarse más cerca de casa e ir a la Universidad Nacional de Córdoba . Yo estaba muy emocionada.
Sin embargo, había un problema: sabía muy poco sobre las universidades argentinas. Son tan diferentes de lo que experimenté como estudiante en Barnard College en la ciudad de Nueva York. Amigos que asistieron a universidades argentinas me ofrecieron consejos útiles, pero estaba perdida.
Resulta que asistir a una universidad en Argentina y navegar por la vida estudiantil es mucho más complicado que en los EE.UU. y, en última instancia, dependía de Lila navegar por el sistema.
Para empezar, ingresar a la universidad nacional fue muy diferente a lo que estaba acostumbrado en los EE. UU.
Entrar a la universidad en Argentina es mucho menos estresante. No hay ensayos, referencias de maestros ni entrevistas. Las calificaciones de la escuela secundaria tampoco importan.
Todo lo que Lila tenía que hacer era enviar una copia de su diploma y aprobar un examen de 20 preguntas que cubría biología y química de secundaria. La prueba es intensa, pero Lila se unió a una clase de preparación y pasó a la primera vez. Finalmente, llenó una breve solicitud, pagó una pequeña tarifa y entró.
Dado que la matrícula es gratuita, no tuvimos que preocuparnos por la ayuda financiera o las solicitudes de becas.
Una vez que los estudiantes están matriculados, las universidades argentinas no ofrecen muchos recursos para apoyarlos en el campus
Recuerdo llegar a la universidad hace años sintiéndome desconcertada, pero tuve un coordinador de vida estudiantil que me acompañó durante mis primeras semanas. Él me ayudó enormemente. Como estudiante de primer año en los EE. UU., también me dieron un lugar para vivir, un plan de comidas e incluso servicios de salud.
Imagina mi sorpresa cuando descubrí que la universidad de Lila no tenía nada de eso. Los dormitorios, los planes de comidas y los coordinadores de vida estudiantil simplemente no existen aquí", cuenta la autora de la nota hasta aquí pareciendo que se está quejando de ls realidad que le tocó afrontar por la decisión de su hija.
EL RELATO SE VUELVE ELOGIOSO
"Ayudamos a Lila a alquilar un pequeño departamento a unos 20 minutos en colectivo desde el campus. Por lo demás, aprendió por su cuenta sobre su barrio y sobre Córdoba. En cuanto a los libros, la comida y el ir a clase, todo se le puso a Lila para organizar su vida.
La Universidad Nacional de Córdoba también está diseñada para sacar a los estudiantes que no rinden bien
Mi universidad me asignó un asesor estudiantil que me ayudó cuando bajaron mis calificaciones. Córdoba hace lo contrario; el sistema está diseñado para deshacerse de las personas que no pueden seguir el ritmo.
Por ejemplo, el programa de bioquímica de Lila incluye un curso de laboratorio apodado 'el Colador' porque muchos estudiantes abandonan rápidamente.
Puede parecer duro, pero tiene sentido porque la universidad es gratuita. ¿Por qué permitir que los estudiantes se inscriban en una educación gratuita si no están haciendo el trabajo?
Es muy diferente a la universidad en los EE. UU., donde los padres llaman y se quejan de las calificaciones porque están pagando decenas de miles de dólares por la educación.
Aunque yo no era la estudiante, todo esto fue un acostumbramiento difícil para mí.
Después de casi dos décadas de ocuparme de las necesidades de mi hija, no creía que pudiera dejar que Lila se las arreglara sola en la universidad, una que parecía no priorizar las necesidades de los estudiantes.
Tenía dos opciones: involucrarme mucho y tratar de organizar su vida, o simplemente dejarla ir. Mi inclinación era hacia lo primero, pero el pensamiento racional me dijo que no tenía más remedio que dejar que ella descifrara las cosas por sí misma.
Y funcionó.
"DESCUBRIÓ LA VIDA POR SÍ MISMA"
Lila acaba de comenzar su segundo año en la facultad y ha crecido mucho. También se graduará con una maestría, y eso la dejará lista para encontrar trabajo en Argentina y fuera del país. En cambio, en los EE. UU., tendría que hacer un posgrado para ser elegible para las mismas oportunidades.
Cada vez que les menciono lo que significa estudiar en el extranjero a padres estadounidenses, me dicen que las escuelas fuera de los EE. UU. no preparan adecuadamente a los niños para el futuro. Pero dejar que Lila descubra la vida por sí misma es una prueba de que la educación fuera de los EE. UU. también puede funcionar.
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