En La Plata el CONICET reanuda la producción de flúor tras 51 años sin hacerlo
La Plata recupera una tradición científica al volver el Conicet a producir flúor, vital para la fabricación de baterías de litio y otros usos en la industria
En un avance significativo para la ciencia y la industria argentina, la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, se prepara para retomar la producción de flúor, un elemento esencial en la fabricación de baterías de litio. Este esfuerzo se enmarca en un proyecto del Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR), dependiente del CONICET, que promete no solo reactivar una rama química vital para el país, sino también posicionarlo como centro estratégico dentro de la industria de fabricación de baterías de litio.
REGRESO AL CONICET CON HISTORIA
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Hace más de 50 años, La Plata ya era un centro de producción de flúor. En los años 50, bajo la dirección del profesor alemán Hans Schumacher y el fundador del CEQUINOR, Pedro J. Aymonino, se desarrollaron técnicas pioneras en la producción de este gas.
Sin embargo, la producción se interrumpió, dejando un vacío en una industria de gran potencial.
Ahora, gracias a los esfuerzos de científicos del CONICET, esta producción está a punto de resurgir.
IMPORTANCIA DEL FLÚOR EN LA TECNOLOGÍA ACTUAL
El flúor es un gas altamente reactivo, esencial para secar la humedad del electrolito en las baterías de litio, lo que garantiza su vida útil y condiciones de seguridad.
La presencia de agua residual en estas baterías puede descomponer el electrolito, generando subproductos que comprometen su funcionalidad.
Aquí es donde el flúor juega un papel crucial: oxida el agua, convirtiéndola en un elemento volátil y fácil de eliminar, permitiendo así que el electrolito permanezca seco.
El proyecto ha avanzado significativamente gracias a la colaboración internacional. Agustín Spaltro, miembro del CEQUINOR, desarrolló en Alemania un compuesto salino capaz de contener flúor de manera segura. Este avance permitió el traslado seguro del gas, superando las complicaciones de transporte de un elemento tan reactivo.
Durante una estadía en la Universidad Libre de Berlín, Spaltro creó una sal llamada hexafluoroniquelato de potasio, capaz de absorber, contener y liberar flúor bajo ciertas condiciones.
Esta muestra, de casi dos kilos y medio, tiene el potencial de producir cerca de 220 litros de flúor, un volumen significativo que marcará el inicio de la nueva producción en La Plata.
PREPARATIVOS EN LA PLATA
El CEQUINOR ya cuenta con un piso completo diseñado originalmente para la producción de química del flúor. Actualmente, se están acondicionando las instalaciones con la infraestructura necesaria para manipular este elemento de manera segura.
“Para nosotros, esto abre un nuevo escalón en la química del flúor, con estudios fisicoquímicos y compuestos fluorados, además de aplicaciones en la industria farmacéutica”, explicó Carlos Della Védova, investigador del CONICET en CEQUINOR.
La reactivación de la producción de flúor en nuestro país tiene múltiples implicancias.
En primer lugar, si existe voluntad política, permitirá avanzar en la fabricación de baterías de litio, un componente esencial en la tecnología moderna, desde teléfonos móviles hasta vehículos eléctricos.
Además, abre nuevas posibilidades en la química farmacéutica, donde los compuestos fluorados tienen aplicaciones importantes.
UN FUTURO PROMETEDOR
Con la producción de flúor, el CONICET no solo recupera una parte de su historia científica, sino que también se posiciona como un jugador clave en la industria global de tecnología y farmacéutica.
Este avance podría marcar el comienzo de una nueva era para el CEQUINOR y para la ciencia argentina en general, abriendo un abanico de posibilidades y consolidando la capacidad del país para desarrollar tecnologías avanzadas.
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