Una vez más, el clima extremo vuelve a golpear con fuerza al corazón de la provincia de Buenos Aires. Durante la madrugada y mañana del viernes, una serie de tormentas intensas provocaron anegamientos, evacuaciones y grandes complicaciones en la vida cotidiana de miles de vecinos.
En Chacabuco, una de las localidades más afectadas, el agua cubrió gran parte de la vía pública, obligando a activar protocolos de emergencia y dejando postales impactantes que recorren las redes sociales.
La situación comenzó a desmejorar durante la noche del jueves. Las lluvias no dieron tregua y, en pocas horas, superaron ampliamente los 100 milímetros. Con el correr del tiempo, las calles de Chacabuco se transformaron en verdaderos ríos urbanos. Autos detenidos, casas con agua en su interior y personas caminando con el agua hasta las rodillas fueron escenas repetidas en los distintos barrios de la ciudad.
Desde la Municipalidad se conformó un comité de crisis con participación de Bomberos, Defensa Civil, Servicios Públicos y otras áreas municipales. Al menos tres familias debieron ser evacuadas, mientras que se asistió a decenas de vecinos con mantas, alimentos y bombas extractoras de agua. El intendente Darío Golía pidió a los vecinos no circular innecesariamente y mantenerse atentos a los partes oficiales.
OTRAS LOCALIDADES
Pero Chacabuco no fue un caso aislado. El fenómeno climático se sintió con fuerza también en Bragado, 25 de Mayo, 9 de Julio, Rauch, Chivilcoy, Arrecifes y Suipacha, entre otras ciudades. En todas ellas se registraron calles inundadas, suspensión de clases y daños en viviendas.
En 9 de Julio, por ejemplo, cayeron más de 180 milímetros en pocas horas, generando un colapso del sistema pluvial. En Chivilcoy, se reportaron cortes de energía y el desborde de canales.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas naranja y amarilla por tormentas fuertes para gran parte del territorio bonaerense. El informe advertía sobre lluvias intensas, ráfagas de viento y posible caída de granizo, un pronóstico que lamentablemente se cumplió mayormente. Las autoridades de cada distrito recomiendan evitar circular por calles anegadas, desconectar artefactos eléctricos y no sacar residuos hasta que baje el nivel del agua.
Los especialistas atribuyen estos eventos a la combinación de varios factores: suelos saturados por lluvias previas, sistemas de drenaje colapsados y un patrón climático marcado por mayor intensidad en las precipitaciones debido al cambio climático. “Estos episodios van a ser cada vez más frecuentes y más extremos“, advierten desde organismos técnicos.
Las imágenes que llegan desde Chacabuco son un claro reflejo de lo que está pasando en muchas ciudades del interior de la provincia. Más allá del drama inmediato, se reabre la discusión sobre las obras de infraestructura necesarias para mitigar estos efectos. Mientras tanto, los vecinos vuelven a enfrentar el agua como pueden: con escobillones, bombas, baldes… y paciencia.
El pronóstico no da buenas noticias: se esperan que continúen las tormentas en las próximas horas.