Sociedad
CONTRA LAS CUERDAS

Primeros en cerrar, últimos en abrir: el drama de las casas de fiestas, las guarderías y los gimnasios en cuarentena

Forman parte de los rubros más comprometidos por el aislamiento obligatorio debido a la imposibilidad de reabrir sus puertas incluso con medidas precautorias. Qué alternativas encontraron y cuáles son sus expectativas para los próximos meses.

Con la puesta en marcha del aislamiento social preventivo y obligatorio, aquellos rubros que dependen de la permanencia de grupos de personas en espacios reducidos fueron los primeros en cerrar sus puertas, serán los últimos en abrirlas y se mantienen contra las cuerdas, con sus economías desmoronadas.

Tal es el caso de los responsables de salones de eventos, guarderías, predios deportivos y sectores afines, quienes además de abonar los gastos fijos de empleados y servicios públicos, cargan con el pago de onerosos alquileres y escasas o nulas entradas de dinero. 

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“En una primera etapa, cuando todavía no se había decretado la cuarentena total, lo que hacíamos era tomar todas las precauciones y medidas necesarias para cuidar a todos ”, describió María del Rosario, dueña del salón Las Glicinas e integrante de la Agrupación Propietarios de Salones de Fiestas y Afines, que nuclea a más de 60 casas de La Plata.

Fue así como decidieron aumentar al máximo los métodos de higiene, establecieron citas previas para la atención al público y se comunicaron con sus clientes para asegurarse de que si algún invitado había llegado del exterior o estado en contacto con un caso sospechoso no asistiera a la fiesta o se reprogramara la fecha. 

Con el comienzo del período obligatorio, sin embargo, las persianas de los salones cerraron de forma definitiva y el panorama se volvió todavía más desalentador: “No solo no podemos realizar eventos, sino tampoco atender al público, mostrar las instalaciones ni tomar reservas; o sea, no tenemos manera de generar ingresos ”, sostuvo la dueña del local ubicado en 68 entre 7 y 8.

Para administrar las reservaciones confirmadas, los titulares de los salones se comunicaron con los clientes. En la mayoría de los casos, se logró de común acuerdo la reprogramación para fechas cercanas, mientras que en otros se dejaron abiertas. Extendida la medida, estuvieron obligados a posponer -ahora sin fecha estipulada- incluso los eventos ya reprogramados.  

“Como es lógico, también han habido casos con ciertos desentendimientos entre las partes: hubo clientes que les han reclamado a algunos salones la devolución de lo abonado alegando que no les era posible por distintos motivos reprogramar su evento”, contó María del Rosario.

A su vez, desde la agrupación hicieron hincapié en la variedad de eslabones afectados y la falta de acompañamiento estatal.“Los clientes no contratan servicios de catering, de repostería, de decoración, animaciones. Y los salones dejan de consumir, por ejemplo, productos de limpieza y papelería, entre otros rubros que tienen detrás infinidad de familias”, sostuvieron, y sentenciaron: “Elegimos quedarnos en casa y cuidarnos entre todos, pero también pedimos a las autoridades que nos cuiden a nosotros ”.

Nucleada en la misma organización, Miriam, propietaria de Runas Eventos, prevé una deuda que podría alcanzar los 200 mil pesos solo de alquiler de normalizarse la situación hacia agosto, mes en que, se calcula, volverán los chicos a las aulas. “El tema es pagar alquiler, luz, gas, monotributo, ingresos brutos, contador", explicó, y celebró: “Por suerte tengo muy buena clientela que contempló la situación: hay gente que me ha señado más de lo mínimo o hasta pagado la fiesta en su totalidad".

Mientras evalúan encontrar la forma para evitar pagar Sadaic, Aadi, Capif y emergencias médicas durante el período que dure la cuarentena, el escenario en cuanto el abono de los alquileres es distinto en cada caso: algunos propietarios tienen en cuenta la emergencia y deciden esperar, otros advierten que ejecutarán las garantías, hay quienes deciden no cobrar y también los que ya establecieron los intereses equivalentes por cada atraso. 

Desde Berisso, a diez kilómetros de la capital bonaerense, la casa de fiestas Troyano también mostró preocupación. “Trabajan mis tres hijos y sus parejas, venía muy mal con el gobierno anterior y esperanzados con que las cosas mejoraran con el cambio de gestión, pero con todo esto la tuvimos que cerrar”, describió Araceli.

 

Sin espacio para los más chicos

Una situación similar viven en las guarderías, espacios que dejaron de trabajar en cuanto se cancelaron la clases y no tienen forma de continuar con su labor. “Estamos remándola, como todos”, se lamentó Gabriela, dueña del centro de atención para la primera infancia Duendecitos, de Olavarría.

“Bajé la cuota a la mitad. Son muy pocos lo que están colaborando y otros piensan que no corresponde abonar porque no van”, sostuvo, y agregó que “los papás están desesperados porque los habilitan para trabajar y no tienen donde dejar a los nenes, ya que los abuelos están aislados”

En Mar del Plata, una institución del mismo tipo aseguró que el rubro cuenta con habilitaciones municipales, pero no existen “directivas específicas” sobre cómo accionar. “Igualmente, realizamos propuestas todas las semanas para enviar a las familias desde las distintas áreas del primer ciclo del nivel inicial, dado que todas somos docentes recibidas”, contaron las dueñas del espacio y su equipo directivo.

Para conservar su única entrada de dinero, en tanto, la entidad flexibilizó el pago de las cuotas “abonando sin intereses y atendiendo a las particularidades de cada familia”. Sin embargo, advirtieron que la situación “es muy difícil” debido a que los padres sin trabajo por la cuarentena se ven imposibilitados de abonar

Desde la capital bonaerense, en tanto, un jardín maternal que trabaja con niños desde los 45 días de vida admitió que si bien se encuentran “en una situación complicada”, cuentan con que la mayoría de las familias que llevan a sus chicos al lugar “no se vieron afectadas en sus ingresos” y son comprensivas con el contexto

“Por nuestro lado, seguimos trabajando con el grupo de docentes y estamos creando contenido para las redes y hasta innovamos en lo que es primera infancia, h abiendo entrado en plataformas de enseñanza virtual que probablemente estén diseñadas para otros niveles educativos. Estamos al tanto que hay jardines que están en situaciones peores”, sostuvieron. 

 

Deudas y entrenamiento por celular

En la misma línea pero con la posibilidad de reinventarse a través de la web, una buena parte de los gimnasios afectados por el coronavirus dispuso clases online que se dictan a través de YouTube o aplicaciones que permiten realizar videoconferencias grupales, como Zoom, WhatsApp, House Party o Hangouts

“La situación económica es desastrosa, no tenemos ninguna medida económica que nos ampare y la prórroga del pago de alquileres con intereses implica una deuda enorme: vamos a tener más meses de ingreso cero y el día que abramos tendremos que trabajar para pagar esta deuda”, manifestó desde Bahía Blanca Martín Racosta, dueño de Vox Gym Hall.

“Estamos medio a la deriva como rubro, hay muchas peticiones pero pocas respuestas. Cada gimnasio tiene su propia relación con su locador, muchos han podido negociar el alquiler y otros no, por eso se pide una disposición nacional o al menos municipal con respecto a los alquileres para no generar enfrentamientos personales”, explicó.

Nucleados en una agrupación conformada por 60 predios deportivos, distintos locales de la ciudad del sur bonaerense ya presentaron el boceto de un protocolo de seguridad e higiene para el momento en que se retomen paulatinamente las actividades y solicitaron créditos a largo plazo y a tasa cero para enfrentar la crisis económica.

“Hay muchos gimnasios en la ciudad y a nivel nacional que dictan clases online y los de cobro anual redujeron las cuotas”, describió Martín, quien además de rutinas virtuales a precios más bajos, implementó en Vox el alquiler de elementos para entrenamiento y la venta de meses futuros. “Menos del 10 por ciento de la clientela se copó porque mucha gente se ha quedado sin ingresos”, aseguró.

En abril, al extenderse la medida preventiva del Gobierno, Oss Training, ubicado en La Plata, comenzó a trabajar de forma remota, con una cuota rebajada en un 50% y la posibilidad de abonar a través de Mercado Pago o transferencia bancaria. “Mandamos planes más elaborados por YouTube y la gente aportó más que nada a modo de contribución ”, explicó Marcos Figari

De todas formas, de la plaza de 120 alumnos que asiste al lugar, sólo pudieron inscribirse cerca de 25. “Estamos obviamente muy endeudados y con mucha incertidumbre”, manifestó el entrendor desde el local ubicado en Camino General Belgrano entre 505 y 506, y advirtió que la vuelta tampoco será fácil: “El día que nos digan que se puede reabrir va a haber un gran porcentaje de clientes que van a preferir no asistir por prevención ”.

Desde Rhion, también platense, Maximiliano Zapata resaltó: “Si sos una cadena grande y tenés espalda para bancarte un mes no hay problema; en el caso nuestro, al no cobrar cuota y trabajar el día a día, se hace muy difícil”. “La gente acá se portó muy bien, el pago es más una colaboración que otra cosa y la idea es que quienes pudieron hacerlo tengan algún bonus a futuro", explicó el docente del espacio de 50 y 18, que continúa ofreciendo el servicio personalizado a través de WhatsApp.

En el centro de pilates Natural, que funciona en la misma ciudad, los profesores dictan clases a través de videollamadas, las cuotas sufrieron rebajas y los alumnos pueden abonar a través de transferencias bancarias. “Tratamos de dar clases virtuales no tanto por la ganancia económica, sino para que la gente pueda seguir haciendo actividad y no pierda la continuidad”, contó Melisa, su responsable, y culminó: “No queda otra que quedarse adentro y sin ningún tipo de ayuda, pero todo pasa y uno intenta buscarle el lado positivo ”.

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