Luego de un verano crítico para toda la región, Bahía Blanca y Coronel Rosales acumulan siete días consecutivos con problemas en el suministro de agua potable, esta vez por “causas naturales”.
El problema se da en toda la ciudad y comenzó el jueves pasado cuando se empezó a registrar una elevada turbiedad en el ingreso a las plantas potabilizadoras de Patagonia y Grünbein.
Según explicó Absa a través de un comunicado, la situación se debe al incremento de algas en el Dique Paso de las Piedras por la falta de lluvias, lo que complica el proceso habitual de potabilización, ya que los filtros deben ser limpiados con mayor frecuencia y para ello se emplea el agua limpia, ya tratada.
“Estas dos acciones disminuyen la cantidad de agua disponible para distribución en Bahía Blanca, Ingeniero White, General Cerri y Punta Alta, despresurizando las redes, aunque las dos plantas potabilizadoras operen al ciento por ciento”, se indicó.
Por esa razón, se solicita a los usuarios reservar el uso de agua sólo cuestiones esenciales como hidratación e higiene personal, evitando tareas recreativas.
Esto genera una gran malestar en los usuarios, que al momento de servirse agua corriente ésta tiene sabor, olor y color.
Un verano a secas en Bahía Blanca
Esta contingencia se suma a fallas crónicas del servicio en la ciudad, con pérdidas permanentes en distintos puntos, rebalse de líquidos cloacales y baja presión por problemas en la red de distribución.
Este verano fue de los peores en ese sentido, cuando la extensa ola de calor y el aumento de la demanda hizo prácticamente imposible conseguir agua.
En marzo, el gobierno bonaerense intimó a Aguas Bonaerenses S.A para que no cobre las facturas de enero a marzo, aunque esto aún no sucedió.
En su última visita al distrito, al gobernador Axel Kicillof se le consultó por una posible municipalización del servicio tal como lo había deslizado el intendente Federico Susbielles, y no lo descartó.
“Si hay que tomar una decisión, se tomará”, dijo en ese sentido.
El 1 de marzo, en la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el jefe comunal dijo en su discurso que “la ciudad no está en condiciones de seguir esperando que ABSA mejore” y que si bien se está haciendo la inversión más importante en materia hídrica de la historia, “los vecinos siguen viviendo en una ciudad en la cual saltamos ríos de mierda y de agua y eso no es sostenible en el tiempo”.
