Las recientes modificaciones en la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable —más conocida como Ley de Etiquetado Frontal— encendieron las alarmas entre especialistas en nutrición y salud pública. Dos disposiciones de la ANMAT, impulsadas bajo la gestión de Javier Milei, alteraron puntos centrales de la normativa y, según advierten profesionales, ponen en riesgo el derecho a la información y una alimentación saludable.
Las disposiciones 11362/2024 y 11378/2024 introdujeron cambios en el cálculo de nutrientes críticos y flexibilizaron controles sobre la composición y publicidad de los alimentos. Desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires manifestaron su “profunda preocupación” por lo que consideran un retroceso en materia de salud pública.
Menos sellos de advertencia y más margen para las industrias
Uno de los cambios más controversiales es la exclusión de los nutrientes intrínsecos —grasas, azúcares, sodio y calorías naturalmente presentes en los alimentos— del cálculo para determinar si un producto lleva sello de advertencia. A partir de ahora, solo se considerarán los nutrientes añadidos durante el proceso de producción.

Esto genera situaciones insólitas: alimentos como la manteca, con alto contenido de grasa intrínseca, podrían quedar exentos de sellos. “Quitar del rotulado información clave sobre nutrientes, sean añadidos o intrínsecos, va en contra del objetivo de brindar información clara a la población. Los excesos de nutrientes críticos, independientemente de su origen, siguen siendo perjudiciales para la salud”, advirtió la licenciada Micaela Ojeda, matriculada en el Colegio de Nutricionistas bonaerense.
Menos controles, más confusión
Otro punto cuestionado es la derogación de artículos que exigían a las industrias realizar y mantener actualizada una declaración jurada sobre la composición de los productos. Según los especialistas, esta flexibilización podría dificultar las tareas de fiscalización y habilitar maniobras engañosas.
“Se desmanteló una herramienta clave de control que permitía verificar que la información nutricional fuese precisa y actualizada. Esto puede derivar en información incompleta o falsa para los consumidores”, alertaron desde la entidad.
Además, la Disposición 11378/2024 modificó las regulaciones sobre la publicidad dirigida a menores, reduciendo la protección a niños, niñas y adolescentes hasta los 16 años y permitiendo elementos infantiles en campañas de empresas. Para Ojeda, “esto revierte uno de los avances más celebrados de la ley, que buscaba proteger a los menores de la publicidad de productos no saludables”.
Claims nutricionales que podrían confundir
Otro cambio significativo habilita a las empresas a utilizar leyendas como “Light” o “Reducido en grasas” en productos que, si bien reducen algún nutriente, pueden seguir conteniendo otros en exceso. Esto podría inducir a confusión en los consumidores.
Desde el Colegio de Nutricionistas advirtieron que “lejos de impulsar el derecho a la información y a la alimentación de la población, se flexibilizaron las disposiciones, generando mayor confusión en los consumidores y otorgando mayores márgenes de maniobra a las industrias”.
Reclamos y recursos presentados
Organizaciones como FIC y FAGRAN ya presentaron recursos de alzada ante el Ministerio de Salud solicitando la nulidad de estas disposiciones. Sin embargo, hasta el momento no han recibido respuesta por parte de la cartera sanitaria nacional.
“La situación exige que las autoridades revisen estas modificaciones y evalúen su impacto real sobre la salud pública”, insistieron desde el Colegio. La Ley de Promoción de la Alimentación Saludable sigue en discusión y, pese a estar sancionada, parece lejos de consolidarse como una política integral y efectiva.

