Mataderos, cementerios y palacios: un circuito de las obras de Francisco Salamone para recorrer en la Provincia

Si te gusta recorrer y disfrutar de los paisajes, gastronomía y costumbres de las diversas zonas de la provincia de Buenos Aires, hay varios destinos que reciben a sus visitantes con hermosas vistas y actividades. Para los amantes de la arquitectura, existe un circuito de algunas de las obras de Francisco Salamone.

La Subsecretaría de Turismo bonaerense recomienda ver las obras de este arquitecto que se focalizaron en una tríada compuesta por palacios municipales, cementerios, mataderos y plazas. Fueron realizadas entre 1936 y 1940, cuando "la provincia de Buenos Aires destinó un importante presupuesto a los municipios con el objetivo de reactivar la actividad económica y turística".

Arquitectura, paisajes y pueblos: un circuito de Francisco Salamone para recorrer

Hacia el sur de la provincia de Buenos Aires existen pueblos y cuidades que son escenario de hermosos monumentos y edificios realizados por el famoso arquitecto. Conocé algunos de los más emblematicos y cómo disfrutar del recorrido por Laprida, Tres Picos, Saldungaray, Pringles y Tornquist.

Los palacios municipales salomónicos

El edificio de la municipalidad de Pringles es una de las primeras paradas que podés realizar para conocer la obra de este arquitecto en el sur de la provincia de Buenos Aires. Con una torre reloj tradicional, se encuentra rodeado de plazas que incluyen increíbles obras del estilo neocolonial que utilizaba.

Frente a la plaza central, también se destaca por sus grandes dimensiones que alcanzan los 30 metros de altura. En el lugar funciona el Concejo Deliberante: el recinto conserva las bancas de la época y un diseño extraordinario.

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En la provincia de Buenos Aires hay pueblos y cuidades que son escenario de las obras de Francisco Salamone.

A 50 kilómetros de allí, la delegación municipal de la localidad de San Jorge fue inaugurada en 1938 y declarada Patrimonio Cultural Provincial en el 2001. En el caso de la Municipalidad de Tornquist fue diferente porque fue intervenido por Salamone para modificarlo en su totalidad. Actualmente mide 36 metros, la torre marca el eje de simetría del edificio y se diseñó una tipografía exclusiva en metal que demuestra la originalidad del creador.

La delegación municipal del Pueblo Turístico Saldungaray construida en estilo Art Deco tiene una torre con reloj de 17 metros de alto. Sus características arquitectónicas aprecian líneas rectas y simplicidad geométrica.

Otra parada obligatoria es Tres Picos, una localidad de menos de 100 habitantes que se encuentra en la base del Cerro homónimo, con formación rocosa allí se puede ver una de las obras más australes del autor: la delegación municipal que data del año 1937.

Mataderos antiguos con fachadas memorables

El Matadero de Laprida fue uno de los primeros de carácter público que tuvo la Argentina. En la fachada se destaca su torre y el mismo zócalo de piedra que Francisco Salamone colocó en el Palacio Municipal y en el portal del cementerio.

Por otro lado, el matadero de Saldungaray fusiona su diseño a la secuencia productiva con una planta de lógica circular. Fue inaugurado a finales de la década del 30 y en la parte superior posee una torre tanque y en el fondo la zona de corrales y animales.

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Cementerios majestuosos

Los cementerios son otra obra espectacular de Salamone. El de Laprida tiene una de las fachadas más altas de Latinoamérica, donde se encuentra una excepcional figura de Cristo diseñada por el escultor Santiago Chierico. Otro lugar reconocido por sus fanáticos fue el cementerio de Saldungaray posee en la entrada una rueda de cemento gigante integrada por una cruz y la cabeza de Cristo.

Hermosas plazas con diseños únicos

Una de las plazas más lindas es la de Tornquist, donde se fusiona con jardines y avenidas en el centro de la ciudad. Este sitio tuvo una segunda etapa de remodelación donde Salamone agregó columnas de iluminación, bancos y puentes. En el mismo espacio verde se puede apreciar un hermoso lago artificial.

Otra es la Plaza Pereyra de Laprida, donde hay una maravillosa fuente, luminarias con estilo propio, pintorescos bancos de plaza donde descansar y canteros floridos invita a pasar una tarde a puras rondas de mates.