Sociedad
3 DE JUNIO

Las mujeres con discapacidad también gritan "Ni una Menos"

En un nuevo Ni Una Menos, las mujeres con discapacidad también luchan y ponen el cuerpo. Gabriela Troiano habló sobre la inclusión y la violencia de género.

Hace 8 años, el Ni Una Menos irrumpió en todo el país con un grito común: basta a la violencia de género y los femicidios. Las mujeres con discapacidad son parte de este movimiento y participan activamente pero, ¿son realmente incluidas?

Gabriela Troiano es la presidenta de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI) y en comunicación con Infocielo explicó que “fue una lucha de ser incorporadas en el movimiento de mujeres. Vamos a las marchas desde la primera, pero que nos incluyen fue a partir del 2017”.

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Lo cierto es que la perspectiva de discapacidad, aun en la actualidad y con muchas batallas ganadas, es una falta en la mayoría de ámbitos y áreas. Desde el 3 de junio de 2015, año en que se realizó la primera marcha en el país, las mujeres con discapacidad son parte de cada una de las actividades que realiza el movimiento y siguen luchando porque sus temas y reclamos también sean incluidos.

“Nosotras nos consideramos parte porque vamos y estamos, pero siempre hay una necesidad por parte nuestro de marcar el tema de accesibilidad y la mirada de discapacidad. Tenemos que estar presentes siempre”, aclaró. Pero su objetivo principal —el de estar y participar— muchas veces se complica por las barreras a las que se enfrentan en la vida cotidiana.

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En un nuevo Ni Una Menos, las mujeres con discapacidad también luchan y ponen el cuerpo.

En un nuevo Ni Una Menos, las mujeres con discapacidad también luchan y ponen el cuerpo.

En términos físicos, se podría pensar cómo hace una usuaria en silla de ruedas para salir a reclamar en el estado en que se encuentran las veredas y con el mal estado de las rampas. “Lo único que nos salva en esos casos es que como las marchas son en las calles y las suelen arreglar para los autos, se nos es más fácil”, dijo Troiano.

La doble violencia a las mujeres con discapacidad

Más allá de las barreras físicas y de infraestructura, las mujeres con discapacidad sufren de lo que se conoce como violencia simbólica, donde las ningunean, infantilizan e invisibilizan cotidianamente. Respecto a la violencia, Gabriela explicó: “sentimos que la violencia hacia las mujeres con discapacidad no está percibida. No tenemos los mismos derechos en las denuncias”.

“El Ni una Menos, es decir la pérdida de una mujer, la vivimos todas las mujeres con y sin discapacidad. Pero en el caso de las mujeres con discapacidad se le agrega la invisibilización, que es otro tipo de violencia”, explica la presidenta de REDI. Por ese motivo, uno de los reclamos de este año, y que además forma parte de la lucha que desarrollan hace muchos años, es la igualdad ante la ley.

En el caso de las mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género ocurre que “a veces te agravan la causa por la discapacidad. Si decidís maternar te dicen que no podes y si lo haces te castigan con violencia. No te reconocen la discapacidad para algunas cosas y por otro lado te castigan”, expresó Gabriela Troiano a este medio.

Cabe destacar que en el Artículo 12 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, tratado de Naciones Unidas, se establece el igual reconocimiento como persona ante la ley, es decir, la capacidad jurídica de todas las personas con discapacidad, provisión de apoyos, implementación de salvaguardias para impedir abusos y asegurar el respeto de los derechos, la voluntad y preferencias de la persona.

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Existe una violencia simbólica con las mujeres con discapacidad

Existe una violencia simbólica con las mujeres con discapacidad

Asimismo, en el artículo 13, relacionado con el acceso a la justicia, se contempla ajustes de procedimiento que aseguren que las personas con discapacidad puedan declarar y participar en los procesos judiciales.

Sin embargo, como explica la también docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el acceso a la justicia actual no tiene perspectiva de género ni de discapacidad. “Por ejemplo, una persona ciega no puede leer un fallo si no está en braille, como una persona sorda no puede saber el contenido de un documento sin lengua de señas”, agregó y sentenció: "son violentadas institucional y judicialmente".

Por este tipo de trabas judiciales es que las mujeres con discapacidad no llegan a realizar las denuncias. Al respecto, Gabriela explicó que “si en todo el mundo el porcentaje de denuncias por violencia a mujeres con discapacidad ronda en el 15% y en Argentina ves que no llega al 5% es que evidentemente hay un error grosero”.

Ese bajo porcentaje puede estar enmarcado en la invisibilización, en la falta de acceso a realizar denuncias, o en muchos casos “porque el sujeto que violenta es el mismo que se encarga de la persona con discapacidad”.

En las cifras, las mujeres con discapacidad también son invisibilizadas

A partir de aquel primer 3 de junio, diversas organizaciones se encargaron de registrar la cantidad de femicidios por año, lo que brindó información muy valiosa para poder desarrollar políticas públicas en contra de la violencia de género. Sin embargo, las mujeres con discapacidad también fueron invisibilizadas en las cifras.

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Las mujeres con discapacidad también fueron invisibilizadas en las cifras.

Las mujeres con discapacidad también fueron invisibilizadas en las cifras.

“A partir de la insistencia nuestra nos han empezado a tomar en cuenta”, sostuvo Gabriela y agregó: “El problema es que muchas veces pasa que la persona que por ejemplo tiene un trastorno psicosocial o mental no se percibe con discapacidad, entonces no queda reflejado. Pero ahora sí se empezaron a tomar datos”.

En el último Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en 2022 fueron 226 las personas víctimas de femicidios y 3 de ellas tenían una discapacidad. Del total, 103 víctimas directas de femicidio tenían a cargo a niñas, niños o adolescentes y al menos 4 de ellas con algún tipo de discapacidad.

Las lucha de las personas con discapacidad por sus derechos

“El avance es producto de la militancia”, expresó Gabriela a Infocielo. Y es que a través de cada uno de los trabajos que llevan a cabo desde REDI y otras organizaciones, es que se han logrado cambios significativos en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad.

REDI junto a la organización Casa FUSA, y en el marco del proyecto DeSeAR (Derechos Sexuales y Reproductivos en Argentina) Con Inclusión, llevaron a cabo la aplicación móvil “Nuestra decisión”, que es la primera herramienta digital sobre derechos sexuales y reproductivos con perspectiva de género y discapacidad.

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Proyecto DeSeAR Con Inclusión.

Proyecto DeSeAR Con Inclusión.

La app incluye diversas herramientas que brindan información oficial sobre temas como salud, aborto, solicitar asistencia en casos de violencia de género y denunciar situaciones de denegación o violación de derechos sexuales y reproductivos. Además cuenta con botones de llamada rápida al 911, la Línea 144, la Línea 0800 Salud Sexual y teléfonos que actualmente brindan información sobre coronavirus.

Otra batalla ganada fue la la Ley 27.655 de prohibición de la esterilizaciones forzadas, que establece que en todo el país no se puede esterilizar a nadie sin su permiso, ni en contra de su voluntad. Y también llegar a la Dirección de Salud Sexual para capacitar a personas con discapacidad en la materia.

A ocho años del primer Ni Una Menos, una nueva marcha se va a realizar en todo el país. Las mujeres con discapacidad, lejos de rendirse, seguirán poniendo el cuerpo y levantando la voz para conquistar más derechos, demostrando que es posible una sociedad inclusiva. “Seguiremos siempre en las redes y en las calles”, finalizó Gabriela.

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