Vecinos de dos localidades de Coronel Pringles aseguraron haber visto un objeto volador no identificado (OVNI) en la madrugada de este martes. Fue luego de divisar una potente luz en el cielo, que también captaron al mismo tiempo desde Neuquén y la ciudad rionegrina de General Roca.
Según describe el portal de noticias pringlense El Orden, dentro del territorio bonaerense el fenómeno fue apreciado tanto en Estación Peralta como en Indio Rico, distanciadas por aproximadamente 70 kilómetros.
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En diálogo con el medio local, un trabajador de Peralta dijo haber sido testigo de la extraña escena cuando salió a dar una recorrida con un amigo en la estancia San Pedro, donde se encontraba de visita. En un primer momento, pensó que el resplandor era causado por un auto ingresando al lugar, pero luego comprobó que estaba equivocado.
“A medida que nos arrimábamos se nos acercaba y la vimos ahí arriba. Se veía como cuando viene un vehículo de frente y hay neblina, veíamos la bola que alumbraba hacia abajo”, relató Walter, quien intentó sacar fotografías con su celular aunque sin éxito debido a la oscuridad.
“Lo tuvimos ahí cerquita, estaba sobre la sierra, bajito. Después empezó a levantar, como que flotaba en el aire, hizo una explosión, quedó como una nube de humo, neblina, desapareció y no se vio mas”, detalló sobre el ovni, y agregó: “Nos llamo la atención, no lo podíamos creer. Mi compañero se quedo emocionado. Era algo anormal”.
Simultáneamente, en Indio Rico, el evento era captado por la Patrulla Rural. Y lo mismo ocurría en Río Negro, aunque en esta última locación sí pudieron tomarse imágenes, ya que los testigos eran ni más ni menos que dos fotógrafos: Gastón Marquez y Vanina Rodrigues. Ambos habían ido al Valle de la Luna Rojo, en General Roca, la noche de la famosa conjunción de los planetas Júpiter y Saturno.
“La idea era fotear, comer algo y hacer eso que nos gusta a los dos: mirar los cielos estrellados”, contó Vanina en su cuenta de Facebook. Sin embargo, además de pasar un buen momento, se toparon con el impactante fenómeno.
“Vimos una luz que venía del horizonte… pensamos en la luz de un vehículo pero a medida que la luz se elevaba en el cielo nuestras hipótesis de lo que era esa luz caían… inmediatamente giramos nuestras cámaras y empezamos a fotografiar el fenómeno que duró unos pocos minutos y así como apareció, la luz desapareció de golpe y volvió la oscuridad“, describió.
Y cerró: “Decir que soy muy afortunada por lo que viví es decir poco, lo vi, lo vivimos, lo fotografié, lo fotografiamos. Luego de fotografiar la vía láctea, las estrellas, las nubes de Magallanes, el eclipse lunar, el eclipse solar total, el trazo de algún satélite… esto que viví y fotografié jamás jamás se cruzó por mi mente”.
Según relató Gastón Marquez a INFOCIELO, las fotos de la misteriosa luz ya fueron enviadas para su posterior investigación a Antonio Martín Carrillo, doctor en astrofísica de la Universidad de Dublín; Denis Martínez, astrónomo aficionado de Río Negro y a Jorgelina Álvarez, primera astrofotógrafa de la Antártida. “En este instante se estaría confirmando que se trató del cohete que lanzó China -el Long March-8 Y1- el 22 de diciembre“, contó el especialista tras recibir información de Andrea Simondini (CEFORA) y Denis Martinez.
El texto completo de Vanina Rodrigues
“No estamos tan solos”
Empieza el verano, es 21 de diciembre del 2020 y en las noticias astronómicas se escribe sobre la conjunción de los planetas Júpiter y Saturno como uno de los acontecimientos que cierra un año de pandemia.Quien me conoce sabe lo que amo la fotografía, la fotografía de paisajes y lo que amo los cielos patagónicos, sabe que soy capaz de sacar la cámara en el medio de la ruta y de la nada misma y tirar unos click para dejar inmortalizado eso que mis ojos admiran: los cielos estrellados.
Así empezó mi verano. Pasado el mediodía del día 21 le escribo a un amigo fotógrafo Gastón Márquez y le pregunto que iba a hacer a la noche, me dice “nada”, entonces le digo: ¿vamos a hacer nocturnas? y me repregunta ¿a dónde?, yo le digo:” al Valle de la Luna Rojo” (provincia de RíoNegro). La idea era fotear, comer algo y de hacer eso que nos gusta a los dos: mirar los cielos estrellados.
Llegó la hora de la conjunción de los planetas y en el cielo se veía la vía láctea y una luna cuarto creciente. Nos ubicamos arriba de la barda y preparamos los equipos pero debo decir que no logré una foto que me gustara de la conjunción. Pasamos el momento, comimos, nos reímos y la gente que nos rodeaba se fue. Cerca de las 2 de la mañana del día 22 de diciembre decidimos abandonar la altura de la barda y adentrarnos al valle.
Una vez abajo, empezamos a buscar paisaje para fotografiar la vía láctea. Fue entonces cuando vimos una luz que venía del horizonte…pensamos en la luz de un vehículo pero a medida que la luz se elevaba en el cielo nuestras hipótesis de lo que era esa luz caían…inmediatamente giramos nuestras cámaras y empezamos a fotografiar el fenómeno que duró unos pocos minutos y así como apareció, la luz desapareció de golpe y volvió la oscuridad.
Decir que soy muy afortunada por lo que viví es decir poco, lo ví, lo vivimos, lo fotografié, lo fotografiamos.Luego de fotografiar la vía láctea, las estrellas, las nubes de Magallanes, el eclipse lunar, el eclipse solar total, el trazo de algún satélite….ésto que viví y fotografié jamás jamás se cruzó por mi mente.
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