Los kinesiólogos suelen tener un acompañamiento y asistencia muy importante a pacientes que atraviesan internaciones muy largas y esperan ser trasplantados. Lo cierto es que en Argentina, más de 7000 pacientes dependen de un trasplante para mejorar su calidad de vida.
Según informó el Colegio de Kinesiólogos de la Provincia de Buenos Aires (CoKiBA), de ese total, 300 necesitan recibir uno o dos pulmones. En ese sentido, la kinesiología no sólo ayuda en la detección y el cuidado de los posibles donantes multiorgánicos, sino que también se enfoca en optimizar el estado de salud de quienes van a recibir el trasplante.
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Vanesa R. Ruiz, kinesióloga, Magíster en investigación Clínica e integrante de CoKiBA, explicó en un comunicado que “Con los pacientes en lista de espera, sobre todo para aquellos que están esperando uno o dos pulmones, tenemos un gran trabajo por delante en lo que respecta a prepararlos para el momento de la operación. Queremos que lleguen de la mejor manera posible, esto significa estar activos y evitar que contraiga alguna infección”.
“Muchos de ellos no pueden respirar solos y necesitamos asistirlos con alguna máquina especial para estos casos. Aun en casos más graves, tratamos de que realicen ejercitación aeróbica todos los días. Esto es muy importante porque el trasplante es un procedimiento que exige al cuerpo de forma extrema y necesitan tener sus músculos (tanto los músculos respiratorios como los del resto del cuerpo) lo más fuertes posibles”, también sostuvo.
Asimismo explicó que “Como kinesiólogos intensivistas trabajar en donación de órganos es una de las tareas más motivantes, porque tenemos una visión transversal de todo el proceso. Trabajamos con el paciente que se encuentra en lista de espera para recibir un órgano, el paciente crítico de terapia intensiva que lamentablemente evoluciona con muerte encefálica y lo evaluamos como posible donante, e incluso con el paciente que recibe un órgano”.
¿Qué tareas realiza un kinesiólogo intensivista?
La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) explica que el perfil del kinesiólogo/a intensivista (KI) es el de “un/a profesional que forma parte del equipo de trabajo de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) junto a médicos/as, enfermeros/as y otros/as profesionales, y está capacitado/a no solamente para intervenir en las tareas que le son pertinentes, sino también para participar en la toma de decisiones”.
De esta manera, son los profesionales encargados en cuidados respiratorios y rehabilitación de pacientes críticos. Para cumplir este rol, además de su formación de grado, requieren formación de postgrado en forma de becas, concurrencias, residencias y especialidades.
El kinesiólogo intensivista, puede colaborar en la detección de posibles donantes con muerte encefálica, participando de las pruebas para la confirmación de la muerte encefálica, como detectando la ausencia de ciertos reflejos como toser, tragar y respirar.
¿Qué actividades realizan los kinesiólogos en la unidad de cuidados intensivos (UCI)?
Según explicaron desde CoKiBA, están a su cargo los cuidados respiratorios y neuromusculares de los pacientes críticos. Así, realizan la entrega de medicación por vía inhalatoria como son las nebulizaciones o los aerosoles, la entrega de oxígeno y su acondicionamiento para que lleguen con calor y humedad a los pulmones, el cuidado de la vía aérea y el manejo de ventilación mecánica invasiva y no invasiva, entre otros.
¿Cuáles son los beneficios de contar con un kinesiólogo en UCI?
Los beneficios de contar con un/a KI en la UCI son varios. Algunas de ellas pueden ser:
- Disminución en los días de ventilación mecánica.
- Disminución en los días en la UCI.
- Disminución en la estadía hospitalaria.
- Disminución en la incidencia de complicaciones como: infecciones respiratorias, el delirium y la debilidad adquirida en la UCI, mayor capacidad funcional de los pacientes, aumento en la fuerza muscular tanto respiratoria como periférica y mayor independencia en la marcha.
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