

Joaquín Levinton contó en PH una anécdota desopilante sobre su etapa más descontrolada, que involucra una casa rodante, un verano y a Cucho de "Los Decadentes"
En su paso por PH, Podemos Hablar (Telefe) durante la noche del sábado, Joaquín Levinton hizo reír a todos con una historia alocada que protagonizó en su etapa de rockstar, cuando quiso comprar una casa rodante.
En el programa del sábado, que también tuvo como invitados a la conductora y actriz Florencia Peña, a la periodista de espectáculos Marcela Tauro, al músico, mimo, actor y conductor Manuel Wirtz, y al actor Tomás Fonzi, protagonista de la obra La fiesta de los chicos; el cantante de Turf no dudó en dar un paso hacia adelante y contar su anécdota cuando Andy Kusnetzoff pidió que pasaran al punto de encuentro “los que pueden afirmar haber tenido un verano alocado”.
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“En esa época yo estaba de fiesta permanente en mi casa, y después de unos días sentía que estaba para algo importante” , empezó diciendo el músico, que si bien confesó no recordar exactamente en qué año se dio esa situación, calculó que fue hace aproximadamente 8 años.
Según relató, se acercó a la casa de una mujer que vendía casas rodantes, con la intención de comprar una. "No tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Salía 16 mil pesos", señaló el artista, que en ese monto no dudó en comprarla aunque advirtió que la casa rodante tenia el gancho para remolcarla, pero su auto no: "Me quería morir. La mujer tenía una camioneta con el gancho. '¿Cuánto sale la camioneta?, ¿Está en venta?', le pregunté. 'Sí, 40 mil pesos'. Vi que llegaba y me la llevé", recordó.
El vocalista de Turf comentó que dejó allí el auto con el que había ido y que se volvió con la camioneta y la casa rodante."Era como un convoy, tenía como 6 o 7 metros de largo. Estaciono en la puerta de mi casa y entro. Después siguió pasando el tiempo y me olvidé", expresó Joaquín Levinton, "un día salgo de mi casa y veo la casa rodante. No lo podía creer".
El conductor de PH quiso saber si le había puesto nombre a la casa rodante. "Sí, la Joacucha", contestó el músico y explicó el por qué. "Me voy con la casa rodante a Valeria del Mar. En el viaje se me paró 26 veces la camioneta porque tenía una alarma y yo no sabía de dónde se desactivaba. También me llevé puesto un surtidor cuando paré a cargar nafta, porque me olvidé que llevaba la casa rodante atrás", relató Levinton ante la risa de todos y comentó: "Cuando llego a Valeria del Mar, estaba Cucho de Los Decadentes y quisimos hacer un disco que le pusimos 'Joacucho', por Joaquín y Cucho. Cuando lo invito para grabar en La Joacucha, me doy cuenta de que no tengo las llaves, entonces estuvimos todo el verano entrando por la ventana".
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