Sociedad
BONAHERENCIA 

El Fuerte Barragán, un emblema de Ensenada que fue clave durante las Invasiones Inglesas

En un nuevo capítulo de Bonaherencia conocemos la historia de Ensenada y el rol significativo del Fuerte Barragán durante las Invasiones Inglesas.

A través de Bonaherencia, Marcela Feudale nos cuenta la historia de la provincia de Buenos Aires mejor que nadie. En este nuevo capítulo viajó a Ensenada para compartirnos la historia del Fuerte Barragán, una fortificación que cobró mayor relevancia durante las Invasiones Inglesas.

Acompañada por el museólogo Ignacio Pérez Galeta, comienzan explicando que desde 1750 y hasta 1800 aproximadamente, se fueron construyendo varios fuertes en el territorio. Como materiales utilizaban ladrillos de adobe y maderas blandas, además de que se situaban sobre un suelo anegadizo. Por lo tanto, aunque no tuvieran un enemigo que los bombardeara, cualquier crecida del río los destruía.

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Por tal motivo, para 1801, los españoles decidieron mejorar sus condiciones y realizaron uno con un tipo de ladrillo más resistente. Hoy en día se mantienen las bases construidas en aquella época. No obstante, sobre este mismo lugar se encontraban cuando los ingleses intentaron desembarcar durante la Primera Invasión Inglesa, pero las tropas repelieron el intento de desembarco.

Invasiones inglesas en el Fuerte Barragán - Bonaherencia

En 1807, obedeciendo a una estrategia militar de Liniers, se permitió el desembarco inglés para dificultar su llegar a Buenos Aires, sin embargo, el terreno les jugó una mala pasada debido a que era bastante pantanoso y, aunque contaban con bastantes piezas de artillería, no las pudieron trasladar por las condiciones que presentaba el suelo.

Las paredes que actualmente se encuentran en el Fuerte fueron reconstruidas. Asimismo, Ignacio aclara que la geografía del lugar cambió muchísimo. En aquellos años había un poco de playa, juncales y río, es decir, no había nada que perjudicara la visión. Al mismo tiempo, el fuerte contaba con garitas en donde realizaban las guardias. Estos soldados eran los encargados de custodiar el lugar y si veían algún movimiento extraño, debían llamar al resto.

Finalmente, sobre las características del lugar, el museólogo explica: “En los merlones hay una doble pared y entre ellas, 1 o 2 metros de diferencia. Ese espacio era rellenado con tierra para garantizar la obstrucción de la bala de un cañón. Delante del fuerte tenían un foso y luego, una empalizada de madera”.

Conocé la historia completa y todas sus curiosidades en el canal de youtube de Infocielo a través de este link.

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