

La mano pasaba las hojas y buscaba algún resquicio para completarlo. Algún hueco blanco, limpio de tinta y de pasado, sin palabras decorándolo. Finalmente, en el cuaderno típico, especializado para que los y las adolescentes escriban sin líneas y sin fronteras, Melina Cueto, poeta platense que aún desconocía su futuro de escritora, completaba la última hoja.
De esta manera, el cuaderno quedó lleno de pequeñas frases escritas generalmente en uno de los edificios históricos de la ciudad de La Plata, cerca de las calles 5 y 46. Ahí, desde su casa, Melina, desde 1992 hasta la actualidad, crea. Al principio, formas, muecas y algunos ruidos sin sentido. Hoy, los libros de poesía son su especialidad. También son su herramienta, creación y posición en el mundo. Que construye y defiende.
TE PUEDE INTERESAR
Hoy es 21 de marzo y también el Día Internacional de la Poesía. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) oficializó la fecha en 1999, y como establece en su página oficial, tiene la intención de conmemorar "una de las formas más preciadas de la expresión e identidad y lingüística de la humanidad".
En este sentido, en un mundo rodeado de poetas conocidos y muchos más escondidos, Infocielo entrevistó a Melina Cueto, poeta platense de 30 años. Ella, que realiza poesía confesional, escribe y publica desde 2018. Tiene títulos en su haber cómo Que arda, Tan humana que duele y Toda la tristeza del mundo lleva nuestros nombres, entre otros. Melina, pincharrata desde la cuna como ella se describe, también presenta su poesía en Instagram: tiene más de 150 mil seguidores. Sin embargo, esta es la punta del iceberg: también estudia otra carrera y trabaja en dos lugares que no tienen nada que ver con la escritura.
Esta es la historia de una poeta argentina en 2023.
Tragó saliva, respiró profundamente y ante la luz, dudó unos segundos. La miraban, expectantes. Era la primera vez que leería en público, que pasaría de escribir garabatos en un cuaderno a escribir poesía en un libro. Era la primera vez que la escucharían desde que decidió que la poeta Elvira Sastre sería su ejemplo a seguir. Era la primera vez e igualmente, pudo.
Melina Cueto recuerda la primera vez que leyó poesía ante personas ajenas: "no sabía que eso era poesía. Creo que le puse ese nombre, por primera vez, cuando me animé a leer lo que escribí en la Jam de Poesía que hacía el Centro Cultural El Mordisquito".
Inundada por la llegada de algo nuevo a lo de siempre, con la llegada de un rótulo, de un ponerle nombre a las cosas, Melina vuelve a insistir y sentencia: "Ese día, si. Ese día supe que yo escribía poesía".
"Me gusta decir que el poeta es un herrero de la palabra". Ante la pregunta de qué significa la poesía para ella, la joven platense respira, piensa y agrega: "todo el tiempo estamos creando, casi sin darnos cuenta. Y quiero reconocernos el mérito de esas creaciones".
Melina expresa que hay días que vive sin la poesía, que no cree que todo sea poético y que tampoco tiene que serlo. Sin embargo, ella no negocia: "No quiero vivir sin poesía. Yo sin la poesía, no me concibo. Me duele, me quema, me libera". En este sentido, aclara que se toma respiros para, pero no para distanciarse.
La pregunta ¿para qué? aparece. Con qué fin, con qué sentido, si es que lo hay. Se le pregunta si hay denuncia es sus poemas: "creo que denuncia es una de sus tantas concepciones. Es un arma hermosa para denunciar".
La escritora platense no vive de la poesía, tiene dos trabajos que no tienen nada que ver con la escritura y conoce las dificultades de la autogestión: "la verdad es que no es fácil. Es imposible, para mí, sustentarme con la escritura".
Además, aunque la autora tiene 6 libros publicados, expresa las dificultades de los escritores independientes: "es difícil la difusión y el reconocimiento y, aún más, la captación y contrato con alguna editorial redituable. Las regalías que se cobran por derecho de autor, salvo excepciones, son muy escuetas". Sin embargo, ante las dificultades económicas, de reconocimiento y difusión, Melina expresa: "No me resigno. No sueño con vivir de la escritura, pero sí con expandirme".
Desde 2018 hasta la actualidad, además de la publicación de libros, la escritora platense en su cuenta @Melicueto cosechó una gran cantidad de seguidores en Instagram con los que interactúa diariamente: "la gente me escribe para decirme que se sienten acompañados y que les tranquiliza saber que alguien más siente lo mismo que ellos".
Finalmente sentencia: "¿Qué importante es la validación, no?"
La escritora platense antes de terminar la entrevista exclusiva, comenta los desafíos a futuros: "la publicación de un poemario donde termino de trabajar mi abuso sexual (sufrido en el 2018 y con causa judicial), publicado por Miríficas Ediciones" y su participación en la 47º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que se llevará a cabo del 27 de abril al 15 de mayo.
No obstante, además de los suyos también invita a sus lectores a desafiarse: "para quienes lean esto, incursionen en la poesía. Esto que te duele, y que pensás que no siente nadie más, tiene nombre, y un poeta lo está escribiendo para que sepas que no estás sólo".
A Melina Cueto, antes de despedirse, se le pregunta si sigue creyendo en la poesía a lo que ella responde:
"con fe ciega".
Dejanos tu opinión