Conocé por qué la comida industrializada es la enemiga de la cocina y la salud
Las hamburgesas, las papas fritas, los snaks y todo lo que llamamos “comidas rápidas” son alimentos atractivos por varios motivos: aparecen como fáciles de consumir y con poco tiempo de preparación. Pero ¿qué hay detrás?. Tal vez no queramos saberlo.
En su columna semanal de “No Te Des Vuelta”, el cocinero Lelu explicó por qué estos alimentos de la industria son dañinos para nuestra salud y la de los más chicos. “Desde la década del ´60 la industria comenzó un movimiento que alejó a las personas de la cocina. Las sopas se convirtieron en símbolo de modernidad y nutrición. Todo mentira. Las generaciones que vinieron a continuación empezaron a arrastrar en nuestros organismos todo ese material químico”. Y continuó: “En los ´90 llegó la incorporación de tecnología para la preparación y así abaratar gastos, aditivos y conservantes, todas cosas que nuestro cuerpo no necesita”.
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Pero tal vez una de las cuestiones que poco sabemos, tiene que ver con lo que a los niños más les atrae. Según explicó el cocinero, “aparece un colorante amarillo que empieza a estar en todos los cumpleañitos. Está en los chizitos, gaseosas y galletitas. Eso afecta en los estados de ánimo de los chiquitos hiperactividad, malestar, sueño, tos, mal sueño. Lo peor es que el producto no lo necesita, solo se utiliza para que llame la atención y que sea más agradable a la vista”.
En ese sentido, Lelu señaló que “comer mal, como la industria nos propone, te genera adicción”. Y remarcó la importancia de aprender desde pequeños. “En las escuelas deberían enseñarnos más sobre alimentación. Los nenes intoxicados reciben información de otra manera. El cambio debe incluir cambios en los hábitos de alimentación, no en las dietas”, remarcó.
Por otra parte, el chef diferenció la dieta de los buenos hábitos para comer: “La dieta existe y está bien cuando uno tiene un inconveniente de salud. Pero uno no puede vivir a dieta, lo que hay que hacer es el cambio de hábitos de alimentación: hay que entrar en contacto con los alimentos, hacer las compras, cocinar, mostrarle a los chicos como se compra y qué se come”.
Por último y a manera de reflexión, explicó que “el cambio es cultural, tenemos que cocinar más. Nos hacen creer que es más fácil y eso no es cuidarse la salud”.
Escuchá la nota en www.cielofm.com
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